Probablemente cuando leas este artículo ya estarás de vacaciones de verano, a lo mejor las estás iniciando o hasta llevas ya un mes de vacaciones. Qué importa, el punto es que te encuentras libre, en cuestiones escolares, claro.
En la Iglesia siempre hay algo qué hacer
Este periodo es amado por los jóvenes, porque es tiempo libre donde podemos hacer lo que nos plazca. Sin embargo, si no consigues algún trabajo, curso u otra actividad, llega un momento en que te aburres y no puedes más; simplemente deseas que llegue el momento de retornar a la escuela. Si te pasa algo similar, descuida, no eres el único. Más de una vez todos hemos pasado por esta situación, y si te sucede en este momento, estás leyendo el artículo correcto, porque aquí encontrarás la receta “secreta” de cómo hacer de tu periodo vacacional uno de los más productivos de tu vida.
Como primer “consejo” te diré que desde que formo parte del grupo católico juvenil de mi comunidad (EPA Provincia) mis vacaciones han sido lo mejor, pues hay miles de actividades (bueno, no miles, pero sí muchas) en las que puedes participar: temas, horas santas, mantenimiento del templo; en fin, estoy seguro de que encontrarás cosas que quizá no se vean muy atractivas al inicio, pero que después se tornarán divertidas. Si no te gusta alguna cosa que se haga ahí, con seguridad habrás muchas otras en que puedas entretenerte. Así que no hay pretexto, que en los grupos católicos y en las iglesias no hay vacaciones.
Comunicarse con Dios
Hay también actividades “extra” que puedes realizar, que, en lo personal, disfruto mucho hacer, como salir a correr por las mañanas (o tardes, según tu rutina), leer algún libro o estudiar (bueno, esto no es tan divertido, pero igual te ayuda). Algo que recomiendo ampliamente es la lectura de la Biblia, y para eso quiero preguntarte ¿cuántas veces al día estás en tu casa y te cuestionas sobre qué hacer?”. Seguro te lo preguntas muchas veces al día, y yo te voy a dar el remedio perfecto para eso, algo muy simple: la oración. No hay nada como una oración para sentirte en paz contigo y con Cristo, desde una plática normal, incluso puedes alabarlo por medio de cantos y, como lo mencioné antes, leer la Biblia. ¡Hay tantas cosas que desconocemos! Y qué mejor que descubrir un poco más de nuestra religión y de la historia de Dios, que por medio de la lectura de la sagrada Biblia. El tiempo así se pasa volando, y lo aprovecharás de la mejor manera posible, en comunicación con Dios.
Conocer gente que te ayude
Retomando el tema de las actividades parroquiales, si decides hacerlas, encontrarás a personas maravillosas, que asisten por gusto y ganas de hacer las cosas. ¿Quién sabe? Quizás puedas ganar amigos, con quienes tengas cosas en común y puedan hacer actividades fuera de la parroquia (practicar algún deporte, juegos de mesa, cantar, etcétera). Te darás cuenta de que mucha gente comparte los mismos intereses que tú.
¿Qué esperas para empezar a hacer productivas tus vacaciones? Aquí te dije solo algunas opciones, pero hay otras tantas para aprovechar al máximo tu tiempo libre. Pero, ojo, todas las cosas que hagas no las hagas “solo porque estás aburrido”, sino por gusto y ganas de hacerlo. ¿Qué ganancia tendría hacer una oración o más al día si solo lo haces para pasar el rato? Definitivamente, ninguna, por lo que se tiene que notar ese entusiasmo y esas ganas de platicar con Dios. Del mismo modo, si ayudas en las actividades de tu grupo o parroquia, no lo hagas simplemente porque no tienes nada que hacer, al contrario, disfruta eso y transfórmalo en algo bueno, ofréceselo a Dios y con eso tendrás suficiente para hacer de tus vacaciones grandiosas y totalmente entregadas a nuestro Dios, nuestro Padre.
Jorge Arturo Arellano del Águila
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