CUENTO MARIANO: SUEÑO CON MI MADRE

conversaron, el lugar era muy bonito y cerca de un pozo de agua:
Mamá yo quiero ser tan pequeña para que tu hijo Jesús me ame con predilección, ¿cómo puedo lograrlo?
– Escucha mi voz en tu corazón, sé amable con tus familiares, amigos y desconocidos, nunca abandones tu fe.
– Madre mía ¿cómo puedo ayudar a los que sufren?
– Lleva tu alegría a sus corazones, comparte el amor que sientes por mí y por mi amado hijo y se luz para el mundo.
– Madre mía, cuándo terminará el sufrimiento del mundo?
– Cuando conviertan sus corazones a mi Inmaculado Corazón y al Sagrado Corazón de Jesús.
– Madre Santa, ¿cuándo te podré ver?
– Cuando dejes de buscarme me encontrarás, vivo en tu corazón y soy yo quien te guio y cuido de ti y tu familia.
– Madre mía dime: estoy cumpliendo con mi misión o te he fallado?
– Sí que la cumples, pues llevas la llama de la luz de Dios al que sufre, al oprimido y al más necesitado. No se trata de viajar a todos lados sino de empezar por los más cercanos y testimoniar el amor de Dios en tu vivir y en tu actuar.
– Madre a veces me invade el temor y la soledad
– Es el maligno quien quiere engañarte y robarte la dulzura y pureza de tu corazón. Cuando te sientas sola y triste recurre siempre a mí que yo te sostendré y seré tu luz.
– Madre mía cuando iré al Cielo?
– Mi hijo ha escuchado tus ruegos y oraciones, vendremos por ti cuando tus hijas puedan valerse por sí mismas, sean independientes y tengan mucha fortaleza espiritual.
– Madre Santa y qué será de mi esposo?
– El vivirá una larga vida y ayudará a muchas personas en su recorrido.
– Madre Santa cuándo veré a Jesús?
– Cierra los ojos y lo puedes ver, puedes ver incluso el cielo desde la tierra.
– Madre Santa gracias por mi familia, mi esposo y mis niñas, cuídalos siempre Madre Mía.
– Ellos y tú siempre serán custodiados por mis ángeles y Arcángeles, el amor de Dios y su luz poderosa los sostiene y los acompaña a donde van.
– Gracias Madre por todo tu amor, te amo
– Y yo a ti mi manantial del Cielo Azul.

La joven se despertó de aquel sueño sintiendo mucho amor, paz y alegría en su corazón.

Mónica Esparza | Tomado de: encuentos.com

Facebook Comments Box

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *