Homilía domingo de la Ascensión del Señor 2020

“No se alejen de Jerusalén hasta que sean bautizados con el Espíritu Santo,… Dicho esto se fue elevando a la vista de ellos, hasta que una nueve lo oculto a sus ojos”.

Cristo murió y resucito y para que no hubiera ninguna duda de su resurrección se apareció a los discípulos durante 40 días, les dio poder de perdonar los pecados, a los discípulos de Emaús desanimados por la muerte de Jesús, les acompañó y les explicó que era necesario que el Mesías padeciera y al tercer día resucitara y lo reconocieron en la fracción del pan, a Pedro lo constituyó pastor de toda su Iglesia, comió con ellos.

 Antes de subir al cielo Jesús les dijo: “me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra”. sí queridos hermanos (as), la Ascensión de Jesús al cielo nos habla del fin glorioso y extraordinario de Cristo, un fin glorioso de alguien que ha alcanzado la vida en plenitud.  Jesús es glorificado y es constituido Señor y juez de todas las potestades de toda la creación. Sentado a la derecha del Padre significa que tiene el poder del Padre, su humanidad ha sido glorificada y donde está Cristo nuestra cabeza, ahí estaremos nosotros que somos miembros de su cuerpo, para participar de su gloria.

También les da las siguientes instrucciones: “Hagan discípulos a todos los pueblos”.  El discípulo acepta a Cristo como Maestro, sus enseñanzas y su estilo de vida quien pasó haciendo el bien.

“Bautizándolos en el nombre del padre y del Hijo y del Espíritu Santo” por el bautismo entramos a formar parte de la familia de Dios que es la Iglesia, todos somos hermanos porque somos hijos de Dios, hermanos de Cristo y templos del Espíritu Santo.

“Enseñándoles a cumplir cuanto yo les he mandado”  Jesús nos enseño el Reino, que es amor : lo que les pido es que se amen los unos a los otros como yo los he amado, en eso conocerán que son mis discípulos, nos enseñó a servir, el que quiera ser primero que sea último y servidor de sus hermanos, nos enseñó a vivir en unidad: Padre que todos sen uno como tú y yo somos uno para que el  mundo crea, nos enseñó a vivir el Reino de Dios que es Paz, Justicia, amor, verdad , nos enseño las bienaventuranzas y las obras de misericordia, nos enseñó a orar etc. esta es la tarea que Jesús nos encomienda a todos los que formamos su Iglesia, pero él no nos deja solos, aunque subió al cielo también se quedó con nosotros: yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo.

  Esta es la misión que Jesús nos ha encomendado, continuar su obra, y trabajar por su Reino, El ha venido a comunicarnos vida, vida en abundancia para todos, ayer se realizó una marcha virtual en favor de la Vida y el cantante Alexander Acha decía: hay que respetar la vida, porque la vida es un don de Dios, y Dios es la vida.  y el Actor Eduardo Verastegui decía: tenemos que trabajar por una vida digna para todos, por los que se están formando en el seno materno, pero también para toda la gente que tiene hambre, que está enferma, por los jóvenes que dañan su vida en las drogas, por las mujeres para que no sufran violencia, por las jóvenes embarazadas para cuidarlas y salvar la vida de los dos, de ella y del niño que lleva en su seno, por los ancianos

Si queridos hermanos (as) estamos llamados a cuidar la vida de todos, porque todos somos hermanos, esto es parte del Reino de Dios, porque Dios es la vida y él quiere una vida digna para sus discípulos ya desde aquí en la tierra, vida que tendrá su plenitud en la participación de su Gloria allá en el cielo donde está el nuestro cabeza.

Vale la pena seguir a Jesús, él es el Señor y dueño de todo y te invita a participar de su gloria, San Pablo nos dice: “Estoy seguro que los sufrimientos del momento presente en nada se comparan con la gloria que se nos va a revelar (Rom 8,18).  ¿Te gustaría trabajar por el Reino de Cristo para participar también en su gloria?

Mons. Luis Artemio Flores Calzada

VIII Obispo de Tepic
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