El último fin de semana del mes de octubre se llevó a cabo el 12º Encuentro Diocesano de la Unión Femenina Católica Mexicana en la Casa de Colores, en la ciudad de Tepic. Los 60 participantes renovaron su mesa directiva y su compromiso con su vocación cristiana.
La Unión Femenina Católica Mexicana, también conocida como la Acción Católica fue fundada en 1930 en la Diócesis de Tepic, actualmente cuenta con 801 miembros a lo largo y ancho de las cinco zonas pastorales de nuestra Diócesis de Tepic. La Parroquia de Rosa Blanca tiene más de 200 mujeresmiembros de la Acción Católica.
Los Encuentros diocesanos los tienen cada tres años, en esta ocasión participaron 60 mujeres, un señor y tres jóvenes aspirantes a la Acción Católica que están en formando un grupo nuevo en la parroquia del Purísimo de Tepic.
Los integrantes de la Acción Católica realizan su labor pastoral en sus respectivas parroquias, son laicos libremente comprometidos a vivir personalmente el Evangelio, y realizan su misión cristiana colaborando con la evangelización dentro de su parroquia y en comunión con su párroco. Su carisma se nutre del encuentro con Jesús en la Eucaristía, en la oración personal y grupal, y por supuesto, en el estudio y la formación permanentes. Su trabajo evangelizador se concretiza en la atención permanente a las mujeres, a las esposas y a las madres jóvenes.
La señora Paquita Martínez de Retes, miembro de la Acción Católica desde hace 54 años, sostiene que el número que integrantes del movimiento ha decrecido porque han surgido nuevos movimientos que han enriquecido la vida de la Iglesia. A la Acción Católica se pueden adherir esposas y madres jóvenes, independientemente del estilo de vida que lleven.
En este 12º Encuentro Diocesano se nombró como nueva presidenta a la señorita María Meza, de la Parroquia de Talpita, de Tepic; sustituye en el cargo a la señorita Matilde Ramírez Zaragoza que estuvo presidiendo la Acción Católica diocesano por seis años. El asesor diocesano es el Padre Ricardo García Lepe. El órgano oficial de comunicación de la Acción Católica es la revista “Acción Femenina”.
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La Acción Católica tiene su misa mensual todos los 12 de cada mes, en el Santuario de Guadalupe, en la ciudad de Tepic, a las 5 p.m.
Para ser miembro de la Acción Católica se necesita tener espíritu de servicio y ganas de comprometerse en su parroquia.
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Restaurarlo todo en Cristo
En 1912, Monseñor José Mora del Río, Arzobispo de México, hizo un llamado a la mujer mexicana para que trabajara en la “Acción Social Católica”, secundando así los deseos del Papa Pío X, cuyo lema del Pontificado era “Restaurarlo todo en Cristo”.
En 1929, por disposición del Episcopado Mexicano, esta benemérita organización se transformó en la Unión Femenina Católica Mexicana, como la organización que atendería el campo de la mujer adulta.
Los campos propios de la UFCM son:
• La familia, la parroquia, la diócesis, la provincia pastoral, y las estructuras sociales en donde viven sus asociados.
• Promover la evangelización integral de la mujer, en orden a la transformación en Cristo de las personas y de los ambientes concretos en que vive.
• La UFCM busca que la mujer se integre a su propia familia, como iglesia doméstica y haga de ella una verdadera comunidad donde se crezca en la fe y se viva el compromiso cristiano.
La UFCM utiliza para ellos, una metodología activa como son talleres de trabajo, círculos de estudio y la encuesta apostólica, así como ediciones particulares.
Los grupos tienen como función, primordialmente asumir las líneas pastorales diocesanas y parroquiales, poniendo en práctica el fin, los objetivos y los medios propios de la UFCM, mediante su proyección en la comunidad.
Las funciones del grupo base son, la promoción, dirección y coordinación de las actividades del grupo. La coordinación con las diversas organizaciones de apostolado en la parroquia, así como la unidad con las otras organizaciones de la Acción Católica Mexicana.
El Obispo es, en el plano Diocesano, signo y constructor de la unidad y promotor de la comunidad diocesana, por lo que la UFCM debe:
- Estar siempre atenta a las orientaciones de su obispo para ponerlas en práctica.
• Examinar la realidad social de la Diócesis, comopunto de partida de sus trabajos.
• Integrarse a los planos pastorales, sin perder su identidad.
• Por lo tanto el grupo parroquial debe insertarse en su ambiente desde su pertenencia parroquial. Debe de tener una participación activa, ser promotor de cambio de su barrio o colonia, comprometido en la evangelización del ambiente.
Fuente: Acción Católica Mexicana
Rafael Rentería