Ejercicios Espirituales para sacerdotes
Los sacerdotes de la Diócesis de Tepic, del 3 al 7 de noviembre, vivieron sus ejercicios espirituales a la luz de San Pablo. Dos sacerdotes Misioneros del Espíritu Santo condujeron esta experiencia espiritual en las instalaciones del Seminario Mayor, en Santa María del Oro, Nayarit. Al inicio de esa semana espiritual el Obispo Ricardo Watty manifestó su deseo de que fuera el Espíritu Santo quien dirigiera los Ejercicios.
Por un cambio espiritual
El evento, que contó con la participación de 160 presbíteros, se inició con la invocación al Espíritu Santo. Mons. Ricardo Watty, Obispo de Tepic, dio la bienvenida a los asistentes, a quienes les pidió apertura espiritual. En su oración inicial, pidió a Dios para que haya un cambio espiritual en los sacerdotes.
Algunas comunidades religiosas de Vida Contemplativa y comunidades parroquiales estuvieron orando a fin de que los frutos espirituales de estos Ejercicios se hicieran presentes en el Presbiterio diocesano, comentó el Obispo.
¿Para qué los ejercicios espirituales?
“Los ejercicios espirituales constituyen la oportunidad que debemos darnos para dejar que el Espíritu Santo hable en nosotros”, sostuvo en el primer encuentro el Padre Alejandro González, M.Sp.S. En los ejercicios se debe buscar un encuentro con el Señor, en un ambiente de silencio; el silencio visto no como la ausencia de palabras, sino como el encuentro con la Palabra, con Jesús.
La vida interior
El hilo conductor de los ejercicios espirituales fue San Pablo. Los directores de los ejercicios provocaron en los participantes el deseo de renovar su vida sacerdotal de frente a Jesús, para que pudieran tener una experiencia como discípulos y misioneros del Señor. Durante la semana, los expositores hicieron hincapié, entre otras cosas, en la necesidad de tener una experiencia interior a través de la Eucaristía, la reconciliación y la ayuda sacerdotal fraterna.
Vínculo de encuentro, de comunión
“La vida del sacerdote se debe caracterizar por el encuentro con Cristo”, afirmó el Padre Manuel Varela, M.Sp.S. “El sacerdote debe ser una persona que facilite el encuentro y la comunión; la división y los desencuentros van contra el proyecto de Cristo”, subrayó Varela.
El Padre Varela, haciendo referencia a San Pablo, compartió que ningún ídolo debe contaminar el universo espiritual del sacerdote, pues el mayor don que tiene es haberse encontrado con Jesucristo. “Desde el bautismo, el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones, por lo tanto, nuestra vida es una existencia sellada por la presencia del Espíritu Santo, y su amor ha penetrado en lo más profundo de nuestro ser”, dijo enfático el Padre Manuel.
Hacer comunidad
“Los sacerdotes tenemos que ser hombres de Dios”, dijo el Padre González. “Dios no necesita defensores, necesita testigos que entreguen –incondicionalmente– su vida por él”. El sacerdote es el primero que debe escuchar la Palabra de Dios; si la deja de escuchar, se convierte sólo en un repetidor, mas no en un testigo. El sacerdote tiene que vivir a profundidad la Palabra divina, si no la escucha y la vive se convierte en un dictador, y, por lo tanto, no creará la comunión en el pueblo de Dios. Tiene que ser un hombre de fe; la fe nos da la capacidad de escuchar a Dios.
El Obispo Watty acompañó a sus sacerdotes
La oración matutina ¬¬–Laudes–, las Horas Santas, las exposiciones, los encuentros por grupos sacerdotales, la oración personal y comunitaria, el silencio, los momentos al compartir los alimentos, el deporte, el descanso, entre otras actividades, contribuyeron positivamente para el desarrollo de los ejercicios espirituales. El Obispo Watty se hizo presente durante la semana, haciendo también los ejercicios espirituales, por primera vez, con sus sacerdotes.
Los presbíteros se despidieron el viernes, después de la comida, agradeciendo a Dios la oportunidad de reencontrarse con Él. Asimismo, agradecieron al Seminario por prestar sus instalaciones, en particular a los diez seminaristas que sirvieron con generosidad y entusiasmo durante toda la semana.
Herramientas para los ejercicios espirituales
La Sierva de Dios Concepción Cabrera de Armida, en su libro De las virtudes y de los vicios propone las siguientes herramientas para vivir los ejercicios espirituales:
- Silencio
2. Recogimiento
3. Soledad espiritual
4. Meditación
5. Oración
6. Contemplación
Rafael Rentería