En respuesta a la intolerancia de profesores y universitarios que impidieron la visita del Papa Benedicto XVI a la universidad «La Sapienza» de Roma, un grupo de laicos (algunos de ellos no católicos o no creyentes), invitados por el director del diario Il Foglio, Giuliano Ferrara, organizaron en la noche del 16 de enero una vigilia de testimonios en defensa del derecho a la palabra del Pontífice.
Ferrara ha explicado: «Los profesores de la universidad de Roma que lucharon por boicotear la visita de Ratzinger, que ocuparon el rectorado y que hicieron inseguro el terreno en el que, sin embargo, debía darse una acogida digna para una persona como el Obispo de Roma, han cometido un acto de intolerancia».
Los participantes en la vigilia, según Ferrara, que no se presenta como católico, son «laicos», es decir, defensores de la sana separación Iglesia-Estado.
«Creemos que, en línea de principio, no se puede negar a nadie el derecho a la palabra y pensamos, sobre todo, que Joseph Ratzinger es un Papa, un teólogo, un gran intelectual del siglo XX, que se ha puesto a disposición de nuestro tiempo para ayudarnos a razonar; y porque nosotros le ayudamos, como hombre de fe, a comunicar su fe en términos de razón».
«En una universidad como “La Sapienza” –indica el periodista– debería haber podido desempeñar serenamente su vocación, dejando huella; aunque la dejará, pues el discurso, a causa de la estupidez típica de la intolerancia, que le ha expulsado de la universidad de Roma, tendrá una resonancia mundial».
En la vigilia había profesores y autoridades académicas de la universidad «La Sapienza», que han anunciado que manifestarán su desacuerdo contra la intolerancia.
Eugenia Roccella, periodista y escritora, explicó que el sentido de la presencia en la vigilia «es un mínimo gesto de solidaridad con el Santo Padre».
«Es un escándalo que en una institución cultural, que debería educar a los jóvenes en los valores de la verdadera laicidad, la tolerancia, la democracia, y el respeto recíproco, suceda algo así. El Papa ha ido a todas las partes del mundo, y sólo en Italia, en la universidad, no puede hablar. Esto es la degradación de toda forma cultural», concluye la escritora.
Lucetta Scaraffia, profesora de historia contemporánea en «La Sapienza», considera adecuada la decisión del Santo Padre de no asistir a la universidad a causa de las protestas, «pues no le garantizaban la posibilidad de hablar en condiciones normales. He querido participar en este encuentro para testimoniar que lo que ha sucedido es gravísimo, y que hay que hacer algo», concluye.
Mercedes de la Torre