Cada año, la Semana Santa da inicio con la celebración del Domingo de Ramos, centrada en el pasaje bíblico del evangelio de San Marcos 11, 1-10, donde se nos narra cómo el pueblo de Israel reconoce a Jesús como Mesías al entrar a Jerusalén y por ese motivo extendías ramas a su paso, gritando: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
Este día, católicos de todo el mundo, también elevamos nuestros ramos y gritamos con el corazón «Hosanna», reconociendo al único redentor y pidiéndole con sencillez la salvación.
Así mismo, se llevó a cabo la liturgia de Domingo de Ramos en la Catedral de Tepic, donde Monseñor Luis Artemio Flores Calzada, VIII Obispo de la Diócesis, realizó la procesión de entrada, junto con los sacerdotes vicarios, bendiciendo los ramos del pueblo asistente y después de proclamar la Pasión de Jesucristo, invitó a los fieles a nunca negar la fe sin importar lo que se atraviese.
Que esta Semana Santa, aumente sobre todo la esperanza durante la vida terrena, sabiendo que Cristo ha realizado ya la obra de nuestra salvación, y gozosos participemos de estos santos misterios.