Hace poco en una cena familiar, una maestra de primaria, comentaba el caso de un niño de su clase, que normalmente agredía a los demás compañeros de manera física y verbal (bullying), decía que en un principio no sabía cómo manejar la conducta de su alumno, hasta que se le ocurrió pedirle a otro niño de mayor edad que él, puesto que este último estaba en sexto grado, que le pegara, para que aprendiera no abusar de sus compañeros de salón de clases. Por último refiere que funcionó puesto que ya no volvió a agredir a sus compañeros.
El método aunque drástico funciono, sin embargo la disciplina, las reglas y los límites que propician una convivencia escolar sana, son mucho más lentos que estos métodos, y además se requiere de trabajo en equipo, es decir incluir a los padres de familia, directivos del plantel, los mismos maestros y claro los mismos niños.
Vivimos en un contexto violento
Nuestro sistema escolar no contempla en su programa educacional, la disciplina, muchos la traducen como un listado grande de reglas a las que hay que acatar, sin analizar si la regla es coherente y es necesaria para el aula y el plantel educativo.
Es cierto que los niños vienen ya de un núcleo familiar determinado, que en la mayoría de los casos carecen de limites adecuados o de hogares violentos, eso dificulta aúnmás la disciplina en las aulas escolares, y a eso le sumamos que hay niños con necesidades especiales de aprendizaje, que es necesario disciplinar e incluir al ambiente escolar.
Sin embargo nadie hace su parte, los padres de familia ahora se sienten incapaces de disciplinar si no es a través del golpe, del maltrato verbal, físico y psicológico, no existen una concientización de educar a través de una disciplina positiva basada en reglas y consecuencias al comportamiento del niño.
Sin embargo para educar en el aula, el maestro se enfrenta a un reto, y es el de la diversidad del alumnado, no solo porque vienen de familias diversas con problemáticas únicas, sino también de la personalidad y comportamiento único del niño. Ciertamente hay niños que suelen adaptarse muy pronto y fácilmente a la dinámica escolar sin embargo hay niños que debido a la problemática familiar o a su misma necesidad especial presentan problemas de comportamiento en el aula, suelen manifestar agresión extrema hacia otros compañeros y en ocasiones hacia ellos mismos, golpeando, amenazando incluso con objetos, haciendo berrinches, y ante estas situaciones el maestro no sabe que como manejarlas.
Ayudar a manejar las emociones
Hasta hace poco se ha comenzado a incluir en las aulas escolares, la educación de las emociones o la inteligencia emocional en los niños, que no es otra cosas que ayudarles a manejar sus emociones en el niño, para que su comportamiento sea más asertivo y menos agresivo, esto propicia que en el aula exista un ambiente más respetuoso.
Sin embargo no en todos los planteles educativos se está brindando esta materia, y tanto alumnos como maestros se están perdiendo de esta magnífica habilidad que les ayuda a los niños a mejorar la convivencia escolar. Por otra parte que los maestros y padres de familia comprendan el verdadero sentido de la disciplina es muy importante ya que les puede facilitar mucho el trabajo con los alumnos.
¿Existen las condiciones para la disciplina en clase?
Gaudencio Rodriguez Juárez, dice en su libro “Cero Golpes” “Disciplinar consiste en generar las condiciones para que el hijo aprenda a vivir bien la vida, es decir de manera responsable, libre e independiente en sociedad.”
Sim embargo en la práctica escolar y familiar, ya sea como docentes o como padres de familia esto está muy lejos de llevarse a cabo, y quizás no por falta de voluntad, si no debido a que no sabemos cómo hacerlo.
Y es que teóricos dedicados al estudio de la disciplina tanto en el hogar como en la escuela, son muchos y variados, cada quien tiene una postura diferente, v¿Existen las condiciones para la disciplina en clase? ada concepciálida pero sobretodo positiva basada en valores y en el respeto y amor que antecede a la educación disciplinar del niño.
La pregunta del título de este escrito queda en el aire, es posible de verdad disciplinar, el maestro se enfrenta a un reto, si la misma institución educativa no te brinda esa información sí es importante buscarla, para que tu labor como docente sea completa.
Ps. Belén Solís Guerrero
La práctica muestra que si introduce varias (pocas) reglas claras, sanciones comprensibles por violarlas y no apartarse del principio “violado – recibir castigo”, entonces aumentarán las posibilidades de tener lecciones sin pausas en las conversaciones educativas.