Hace poco tiempo Dios me dio la oportunidad de estar una parte de mi vida en el Seminario Diocesano de Tepic, porque mi intención era ser sacerdote. Allí, nos dijeron que una de las etapas de formación era la filosófica. Junto con algunos compañeros, en cierto momento nos preguntamos, ¿para qué necesitamos la filosofía, si seremos sacerdotes?
Al ir profundizando en el estudio y conocimiento de la filosofía nos fuimos dando cuenta de la importancia que tiene y lo necesaria que es para la vida este arte de las preguntas conforme a la razón. Ahora que en mi vida he tomado otro camino, he decidido seguir en el estudio filosófico y trataré de responder a la pregunta de manera personal y profunda.
¿Para qué la filosofía?
Para aprender a no ser un joven del montón, que hace suyo todo lo que los demás dicen y no es capaz de ser autónomo en todos los sentidos.
Para buscar vivir con más plenitud, sacar lo mejor de la vida cada día, porque “si no es cierto” lo que me dicta mi fe o mi religión, vida solo hay una.
Para conocerme más cada día, a cada momento de compartir con los demás. Comprender la manera de relacionarme con quienes me rodean, y sobre cómo no relacionarme con aquellos que no edifican mi vida y seguir adelante siempre con actitud positiva; para creer que la vida no solo es nacer, crecer, medio-vivir, casarse, reproducirse, envejecer y morir, etcétera; sino descubrir que hay que sacarle hasta el “tuétano” a lo que la vida nos ofrece.
Para no pensar igual que mis padres o algunos de mis familiares que, de una u otra manera, han sembrado y heredado sus ideas en mí, con su manera de educarme y que muchas veces no me impulsan a ser una persona con amplio criterio. Simple y sencillamente para ver la realidad más allá de las apariencias. Para analizar lo que hay de fondo en todo y tratar de llegar a las últimas causas y consecuencias de las cosas.
Para adquirir un saber crítico y poner en crisis, en duda, ciertas cosas que no parecen suficientemente claras o están bien explicadas. En este sentido, puedo decir que la filosofía es para desmitificar en la medida en que se propone librarnos de prejuicios o de mitos que constantemente han aparecido a lo largo de la historia y de mi historicidad.
Para pretender tener una visión total, universal o integral de las cosas. Es decir, adquirir una totalidad de sentido, que implica la aspiración de desentrañar el sentido último, total, de la vida y del mundo. Y dentro de este sentido, tratar de ubicar y explicar el ser en todas sus manifestaciones: el ser del hombre con todas sus implicaciones y aspectos sociales, políticos y culturales.
Para estar alerta a los signos de los tiempos, tener apertura a la pluralidad de pensamientos e ideas y actuar con carácter firme ante estos y así no tener una actitud dogmática ante el punto de vista de los demás. Especialmente con lo que respecta a la religión y conocimiento de Dios.
Y claro, la filosofía para ser un hombre sabio, es decir, para adquirir un conocimiento que se preocupa por encontrar el sentido, meta y valor último de la vida humana, siempre con el fin de proyectar una vida mejor y sin dejar de lado que Dios está en mí, me acompaña en la vida. La sabiduría se adquiere pacientemente a través de una larga vida y una práctica constante de valores, actitudes y tratando de agradar a Dios.
Y por último, ¿para qué la filosofía?
Para eso, lo anteriormente expuesto, lo que hemos adquirido gracias a ella, ponerla al servicio de nuestros hermanos, de las demás personas que están compartiendo la existencia y este mundo con nosotros; para llevarla a la práctica en todos los aspectos de la vida: en la política, en la sociedad, en la economía, en la cultura, en la religión, en la tecnología (sobre todo en la cuestión de la comunicación) y tratar de hacer de nuestra sociedad, de nuestro mundo, un mundo mejor.
Carlos Eleno García Santana
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Comentarios al autor: (carloseleno.santan@gmail.com)
me gusta mucho la filosofia e sacado mucho textos de mucho informacion,para ler y de referencia,sera que me gusta leer cosas interesantes bueno sin mas que decirle se despide de usd mariagraciea beheran