¿Qué es la Navidad? ¿Por qué vivirla? ¿Por qué esperar en ella? ¿Qué nos ofrece? La Navidad, en términos de origen latino, significa “nacimiento”; pero en sí, Navidad es la celebración del nacimiento del Niño Dios, tiempo de amor y de paz, donde hay que olvidar rencores y perdonar, y donde uno celebra y vive a su manera su conversión espiritual. La Navidad es un tiempo de preparación y espera en el Señor. Jesús ha venido a salvar al pueblo de sus pecados y es el Emmanuel,el Dios con nosotros.
Encontrarnos con Jesús siempre
Todos los días hay que vivir la Navidad, pues todos los días debe nacer Jesús en nuestro corazón, ¿por qué esperar a que llegue diciembre para darle un abrazo a tu padre, a tu hermano o a tu amigo, y desearles que la paz y el amor habite en sus corazones?Debemos estar dispuestos a perdonar a quien nos ha ofendido, sin esperar todo un año para abrazarlos y perdonarlos.
Al vivirla Navidad tenemos la oportunidad de encontramos con Jesús, el Salvador, el Mesías, el Señor, el Verbo hecho carne, a través del cual experimentamos la salvación de una manera fácil y llena de amor. Así, Dios ha de nacer de nuevo en el corazón de cada cristiano como condición para que pueda nacer en otros corazones. Pero hay que dejarle nacer en la mirada y en los hechos. De este modo, la Navidad permitirá dejar que se hagan realidad los sueños. La luz que más espera el Niño Dioses la de nuestra vida; y el cristiano debe ser, en su propio ambiente, signo vivo de Cristo.
Preocuparnos por el otro
Nuestra vivencia de la Navidad no será auténticade no existir una preocupación “real” por acercarnos de nuevo o más intensamente a Dios a través de la oración y de los sacramentos (especialmente la Confesión y la Eucaristía), y de las obras del amor. Es decir, con un desvelo “real” por los que están a nuestro lado, ya sea en la familia, en el trabajo y en la calle; y especialmente por los que no tienen hogar o compañía, y carecen de ropa o comida, o por los que están enfermos. En estos días es seguir representando el amor y la respuesta que Dios espera de cada uno, como realidad que llena de sentido la historia.
Aprovechemos estesanto tiempo de Navidad como un parteaguas que nos ofrece armonía y paz para vivir, y no vivamos una Navidad histórica de cada año, sino unaNavidad mística de cada día, para poder, de esta manera, tener la dicha de estar siempre unidos a Jesús.
Por: Alondra Marisol Arreola González