Comunidad generosa y hospitalaria
El domingo 15 de marzo se erigió la nueva Parroquia de San Pedro y San Pablo en la ciudad de Tepic. En la Eucaristía presidida por el Obispo Ricardo Watty Urquidi, concelebrada por siete sacerdotes, el Padre José López Martínez asumió la responsabilidad como primer párroco.
La nueva parroquia ha venido caminando a través de un proceso pastoral de muchos años. El territorio parroquial se desmembró de la actual Parroquia de Nuestra Señora de Fátima en el año 1996. Desde aquella fecha tuvo el título de capellanía, y no fue sino hasta el 28 de noviembre de 2004 que recibe el decreto de cuasiparroquia.
A lo largo de muchos años la comunidad de San Pedro y San Pablo ha sido lugar de encuentro de numerosas experiencias juveniles, ya que en ella han estado prestando sus servicios pastorales algunos sacerdotes responsables de la Pastoral Juvenil y Vocacional. Algunas experiencias han sido: la Jornada Diocesana de la Juventud en el verano de 2005, el Encuentro Diocesano del Movimiento EPA, la Tercera Etapa del Proceso Juvenil Vocacional de la Zona Centro por cuatro años consecutivos, entre otras.
Los frutos han sido notables: la comunidad se distingue por ser generosa, hospitalaria, participativa y abierta a otras pastorales. Su gran reto es fortalecer la formación e integración de la vida comunitaria, la formación de agentes de pastoral comprometidos en la evangelización. Diez sacerdotes han trabajado incansablemente, en los últimos catorce años, apoyados con la participación de sus fieles.
Sus laicos comprometidos tienen claro su ser y quehacer, así lo manifiestan en su gran amor y compromiso con el Reino de Dios. La catequesis infantil (catequistas, niños y padres de familia), Escuela de la Cruz, Pláticas Presacramentales, Escuela de Animación Bíblica, Adolescentes, Ministro Extraordinario de la Comunión y el Consejo de Pastoral son los espacios de crecimiento y vivencia de la fe.
La comunidad de fieles recibió con gran alegría y llena de esperanza a su nuevo párroco, sin dejar de manifestar, sin embargo, su tristeza al despedir, con sensibles muestras de afecto, al Padre Miguel Ángel Aguirre Torres, quien por cuatro años y ocho meses, aproximadamente, llevó la conducción espiritual de la ahora nueva parroquia. El Padre Aguirre, de ahora en adelante, continuará con la coordinación diocesana de la Pastoral Vocacional, y será vicario parroquial del Purísimo Corazón de María, en Tepic.
El sacerdote, al despedirse de su comunidad, manifestó: “Me siento profundamente contento y agradecido con Dios por todo lo que formó en mí a través de ustedes; su gran cariño y estima manifestado en una bonita amistad, es lo que me llevo en el corazón. Gracias por ser mis hijos, mis hermanos y mis amigos. Fueron un gran apoyo en todo momento; me voy confiándome en sus oraciones y, sobre todo, confiado en Dios para esta nueva misión que me encomienda, la que abrazo con mucha fe y alegría”.
El Padre “Chenchito”, primer párroco
El Padre José López Martínez, de 64 años de edad, originario de Ixtlán del Río, Nay., recién llega de una experiencia misionera en Centroamérica, donde estuvo durante siete años: en El Salvador trabajó en la Parroquia El Dulce Nombre de Jesús, en el Departamento de Chalatenango, donde atendía 20 comunidades; y en Honduras, desempeñó su ministerio en Winope, en el Departamento de El Paraíso, con atención a 48 comunidades. A partir del pasado tercer domingo de Cuaresma, por encomienda de nuestro obispo diocesano, aceptó la responsabilidad de la conducción espiritual de esta porción de la Diócesis de Tepic.
El Padre “Chenchito”, como es conocido entre los sacerdotes, como todo párroco, además de la celebración de los sacramentos, “procurará que la Palabra de Dios se anuncie con integridad a quienes viven en su parroquia; cuidará, por lo tanto, que los fieles laicos sean adoctrinados en las verdades en las que se promueva el Espíritu Evangélico, también por lo que se refiere a la justicia social; atenderá de manera particular la formación católica de los niños y jóvenes, y se esforzará por todos los medios posibles con la colaboración de los fieles laicos, para que el mensaje evangélico llegue igualmente a quienes hayan dejado de practicar o no profesen la verdadera fe”, según lo señala el canon 528 del Código de Derecho Canónico.
Territorio parroquial
La nueva Parroquia de San Pedro y San Pablo comprende las siguientes colonias: Reforma, Emilio M. González, Las Conchas, El Paraíso, Ampliación Paraíso, Valle de Zaragoza, Valle de la Cruz, Valle Verde (dos secciones), Jardines del Valle (tres secciones); y los fraccionamientos Los Tulipanes, Bugambilias, Aves del Paraíso y Rancho las Cruces.
La sede parroquial es el Templo de San Pedro y San Pablo, considerado el templo más grande de la Diócesis de Tepic, pues tiene una capacidad para albergar cómodamente a 2 mil personas. Su construcción fue dirigida por Mons. Silverio Salcedo y su altar, que es una enorme piedra, fue consagrado el 29 de junio de 1995.
Rafael Rentería