Monseñor Luis Artemio Flores Calzada, Obispo de la Diócesis de Tepic, ordenó diácono al seminarista Néstor Federico Juárez – 31 años de edad – , el jueves 15 de marzo en la Catedral de Tepic, Nayarit; a la concelebración asistieron 22 sacerdotes, 5 diáconos y más de 350 fieles.
En su homilía el Obispo Luis Artemio afirmó que un Diácono es servidor de Cristo y de la Iglesia, por lo que encomendó a Néstor proclamar el Evangelio y la homilía. Aseguró que “el Evangelio es dulce al paladar, porque es buena noticia, pero también es amargo porque hay que conformar la vida conforme al Evangelio”. Lo exhortó a vivir con entusiasmo su servicio a Cristo, mostrando con obras lo que proclamará.
Las tres columnas del ministerio diaconal son: anunciar la palabra, servir al altar y atender a la caridad, características que un diácono debe poseer, enfatizó el Obispo Luis Artemio. El Obispo Diocesano recalcó a Néstor Federico la urgencia de servir desde la caridad; este servicio se debe de hacer patente en la atención a los pobres, a las viudas, a los huérfanos, a los encarcelados –sin distinción de personas–, además de la promoción humana. Monseñor Flores Calzada pidió a Néstor ejercer su diaconado siendo un hombre “lleno del Espíritu Santo, de buena fama, entregado, donde la sociedad diga: Néstor se parece a Cristo”.
Terminada la homilía, Néstor Federico hizo su profesión de fe y sus promesas públicas de pobreza, castidad y obediencia. Después toda la asamblea presente se postró de rodillas ante la imagen de Jesús Crucificado, que se encuentra en el centro de la Santa Iglesia Catedral, para posteriormente recibir la plegaria de ordenación sacerdotal en el grado de los diáconos mediante la imposición de las manos del Señor Obispo. En seguida, uno de sus compañeros ya ordenados diáconos lo revistió con las vestiduras propias de su orden –estola cruzada y dalmática–. Fue felicitado por el Obispo y por sus hermanos diáconos.
La ordenación diaconal de Néstor Federico Juárez es motivo de alegría para sus padres, Esperanza Juárez Parra y Nicolás Federico Juárez, quienes comentaron que, desde que su hijo decidió entrar al seminario le externaron su apoyo absoluto. “Hijo, sé atento con el pueblo, no sólo con aquellos que te brindan su confianza, sino con aquél que tal vez no se acerca, quizá por la necesidad de recibir un abrazo y atención. Pero principalmente imita siempre a Jesús, pues Él es el claro ejemplo de atención a los pobres”, estas fueron las palabras de su mamá.
El diácono Néstor manifestó su agradecimiento a Dios por el don de su vocación sacerdotal, al Señor Obispo por el sacramento del Orden conferido, a los presbíteros y diáconos, a los fieles presentes procedentes de las distintas comunidades parroquiales donde Néstor estuvo sirviendo durante los años de su formación en el Seminario; externó un agradecimiento muy sentido a su familia de sangre y a todas las personas que han manifestado su cercanía, atención y palabras motivacionales.
Sandra Márquez
Dios los guie a todos los elejidos d jesus y los cubra con su santisima sangre d todo mal 0