Navidad, tiempo de conversión

En esta temporada nuestra casa se viste de fiesta con luces, regalos, adornos y un pino enorme cubierto de listones y esferas de colores que nos indican que la Navidad ha llegado. Pero, ¿realmente eso es la Navidad?


Raiz bíblica de la Navidad
La Navidad está fundamentada en el libro más vendido de todos los tiempos que, por cierto, puede ser un buen regalo para estas fechas; este libro es la Biblia. El Evangelio de Mateo, en el inicio del capítulo dos, narra cómo los magos, al enterarse de que el Mesías estaba por nacer, dejaron todo y se prepararon para ir a adorarle hasta aquella ciudad que había sido señalada en una profecía: “Y tú, Belem, tierra de Judá, no eres la menor entre los principales clanes de Judá: porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel”.

Al llegar adoraron al Niño Jesús, “al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra” (Mt 2, 10-11).

Los regalos de los magos a Jesús fueron señal del reconocimiento que le dieron como Rey, Hombre y Dios
Nuestra ofrenda al Niño Dios 
Adorar a nuestro Salvador es el principal motivo de la Navidad, admirar a aquel que con tal de salvar nuestras vidas decidió pagar nuestros pecados en la cruz, a Él que, día a día y en miles de formas, demuestra todo el amor que tiene para ti y para mí; adorar al Hijo de Dios, porque recordemos que la Navidad no significa otra cosa más que el nacimiento de Jesús, es este hecho lo que debe mover nuestro corazón, no llenarnos de vicios, cenas y regalos caros, ni tampoco divertirnos en las fiestas que “celebramos en su honor”.

En ocasiones decimos ser católicos y que creemos en Jesús, entonces, ¿por qué no le ofrecemos regalos, como lo hicieron aquellos magos, para hacerle saber que lo amamos? Y no cosas materiales, sino regalos de verdad, aquellos que gozan de gran valor, ofrendas que llenen nuestra alma de su amor y que sean agradables a nuestro Señor.

Por eso, adolescente y joven atrévete a vivir diferente esta época navideña, ofrece presentes puros y de corazón a aquel que te ama. Visita a los enfermos, obedece a tus padres, realiza obras de caridad, reconcíliate con tus hermanos, perdona a aquella persona que dañó tu vida, sonríe y reparte felicidad a aquellos que más lo necesitan; tu sonrisa puede cambiar el día del que la necesitaba.

Un 25 de diciembre de hace más de dos mil años nació Jesús, esta Navidad permite que nazca de nuevo en tu corazón y que junto con Él renazca la esperanza, la paz y la armonía en tu vida. Invítalo a cenar y a compartir contigo y tu familia en Nochebuena, hazlo parte de tu festejo, pues ¿qué caso tiene una fiesta en la que no es invitado aquél a quien se celebra? Invita a  Cristo a tu hogar, pero no sólo en Navidad, sino para el resto de tu vida, y te aseguro que nada en ella volverá a ser igual. Pídele al Niño Jesús que te conceda la gracia de la conversión hacia una vida plena, congruente y comprometida, y que así de su mano vivas la mejor Navidad de tu vida. Feliz Navidad.

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Comunidad Católica de Alianza “Discípulos de Jesús”
Distrito de Jóvenes Casa Alianza

La Comunidad Católica de Alianza reúne a fieles de todos los estados de vida que deseen comprometerse con su dimensión  contemplativa y apostólica en el seno de la Iglesia Católica.

Todos los miembros, laicos, sacerdotes, consagrados se reconocen mutuamente como hermanos y hermanas en Cristo, con un mismo llamado a la santidad y hacia el anuncio del Evangelio.

Desean realizar este llamado cada quien según su estado de vida y su servicio. Se comprometen a formar juntos una misma comunidad y se prometen unos a otros una asistencia activa material, fraterna y espiritual para la vida de santificación y el anuncio del Reino de Dios, mediante una alianza.

Misión: La creación de la comunidad cristiana como un ambiente, formado por las familias, que han tenido un encuentro personal con Jesucristo y siguen un proceso de conversión permanente, ayudados por los elementos de la comunidad.

Visión: Llevar a cada familia a vivir su vocación y misión en la Iglesia y en el mundo, formando una verdadera Comunidad de Alianza centrada en Jesucristo.

Fundamentos esenciales: La asamblea, la enseñanza, la oración, la célula o ágape, el acompañamiento y la alianza.

Yohana Anay Ríos Ávila

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Comentarios al autor: ( jher_dj@hotmail.com )

 

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