Hijo mío, ¿por qué te afliges? ¿no estoy yo aquí, que soy tu Madre?
Como signo de que somos una Iglesia viva que busca caminar de la mano de María, el día jueves 17 de Mayo, la diócesis de Tepic realizó su peregrinación anual a la Basílica de Guadalupe, y ante las plantas de nuestra Madre se le pidió su intercesión. y se le dio un agradecimiento por tantas muestras de su amor maternal hacía cada uno de nosotros.
La Calzada de Guadalupe fue el punto de reunión en donde sacerdotes, religiosas y laicos de las cinco zonas pastorales iniciaron su peregrinaje en un ambiente de fervor y alegría, durante aproximadamente una hora y media, hasta llegar a la basílica. A través de diferentes signos como el rezo del rosario, cantos, porras, flores y estandartes todos los asistentes demostraron el gran amor que se tiene a la Virgen María.
El Señor Obispo Luis Artemio Flores Calzada, acompañó durante todo el trayecto a los peregrinos y al respecto comentó lo siguiente: “Cada año nos organizamos como diócesis, como Iglesia particular de Tepic para mostrarle nuestro cariño, nuestro amor a quien es nuestra reina a nuestra Madre Santísima, ella vino a visitar nuestra patria y nos pedía una casita ,y vamos a la casita de nuestra Madre a sentirnos todos hermanos, hijos de un mismo Dios, de Jesús nuestro hermano, del Espíritu Santo y nuestra Madre Santísima para experimentar su cariño, su amor; pero también para poner en sus manos todas nuestras preocupaciones, mostrarle todos nuestros anhelos, nuestro plan pastoral que tiene como objetivo, impulsar el Reino de Dios, que llegue a todos; también nosotros queremos trabajar por la paz sobre todo nuestro Estado de Nayarit, que ha sido azotado por la violencia. Pedimos a nuestra Madre Santísima que ella toque los corazones de quienes han hecho el mal para que dejen de hacerlo”.
Rogar por la salud física y espiritual, la paz del mundo, por las personas que viven en situación de calle, por los futuros gobernantes de nuestro país, la unión de las familias, encontrar un trabajo digno, por las vocaciones sacerdotales y religiosas son algunas de las peticiones más urgentes entre los peregrinos. A continuación se muestra el sentir de algunos de ellos:
Gloria Guerrero de Compostela: Para mí es un gusto enorme hacer este viaje de cada año, tan esperado y tan deseado, para peregrinar y visitar a nuestra madrecita, la morenita hermosa y pedir por las necesidades de todos nosotros y de la familias.
Lorena Monroy de Puerto Vallarta: Me gusta venir porque es como hacer un retiro espiritual, me gusta sentir esa emoción de ver a la Virgen, tengo 10 años viniendo y asistir en familia significa estar unidos, y hacer un trabajo en equipo.
Sacerdote Juan Carlos Aguilar García, de Rosamorada: Es una gran alegría ser sacerdote y participar en la misa, acompañando a la comunidad, dentro del peregrinaje de la diócesis de Tepic. Una necesidad que venimos a pedirle intercesión a la Virgen es el poder implementar esa nueva evangelización, que seamos más responsables, que sepamos compartir con la comunidad, renovar el esfuerzo y la fe de la gente.
Diácono Jorge Sheik Rivera Ponce, Tepic: Peregrinamos a la basílica porque es un signo de estar en comunión, como el pueblo de Dios caminaba en el desierto al encuentro con Él, también nosotros venimos al encuentro de María para que nos lleve a Jesús y que ese encuentro con Jesús nos lleve a la conversión para instaurar el Reino en nuestra Iglesia y sociedad.
Juan León de Tepic: Es la primera vez que vengo y estoy muy emocionado por visitar a la Virgen de Guadalupe, venimos con gente de Ahuacatlán, todo ha salido muy bonito y con ganas de regresar para la próxima peregrinación.
Al llegar todos los peregrinos a la Basílica de Guadalupe, a las 11:00 de la mañana se llevó a cabo a la Celebración Eucarística presidida por el Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, quien estuvo acompañado de nuestro Obispo Luis Artemio Flores Calzada, por Mons. Jesús Antonio Lerma Nolasco, Obispo Auxiliar de la VII Vicaría en México, 46 sacerdotes, 3 diáconos, 4 seminaristas y más de 3,500 personas de la diócesis.
Mtra. Irma Patricia Valdez Parra