LES DARÉ PASTORES SEGÚN MI CORZÓN
Queridos hermanos, Gonzalo hermano nuestro, del cual muchos de ustedes son familiares y amigos, va a ser ordenado presbítero, conviene que recordemos cuál será su identidad, su misión y su espiritualidad.
Identidad del presbítero
El sacerdote presbítero, es un hombre elegido por Dios, hijo amado del Padre, configurado a Cristo sacerdote, profeta y pastor, ungido por el Espíritu Santo, para actuar en nombre de Cristo Cabeza y continuar su misión salvadora. En vivir a plenitud esto, está su identidad.
La misión del Sacerdote: profeta, sacerdote y pastor
El sacerdote es profeta, mensajero de Dios, comunica a todos la palabra de Dios.
Gonzalo, comunica con alegría la palabra de Dios, medita la Palabra de Dios, procura creer lo que lees, enseñar lo que crees y practicar lo que enseñas.
El sacerdote santifica al pueblo de Dios. Gonzalo, por el bautismo comunicarás la vida divina que abre las puertas del cielo, por el sacramento de la penitencia vas a perdonar los pecados, tendrás el poder de Dios de abrir las puertas del Reino de los cielos, al pecador arrepentido. En la Eucaristía, harás presente el sacrificio de Cristo y alimentarás al pueblo de Dios con el pan bajado del cielo que es Cristo, que da vida eterna, y es garantía de resurrección, de inmortalidad. Confortarás y darás salud a los enfermos, en el sacramento de la Unción, bendecirás a los matrimonios, presentarás a Dios a los hermanos que parten de este mundo a la casa del padre, para que participen de su gloria.
Finalmente, al ejercer la misión de pastor, imita a Cristo Buen Pastor, que conoce a las ovejas, las llama por su nombre, las lleva donde hay agua y pasto, las cuida, las protege, da la vida por ellas, las defiende del lobo, no las abandona como el asalariado, busca a la que está perdida. Que cada fiel experimente en ti la presencia de Cristo y que pueda decir: “El Señor es mi pastor, nada me falta en verdes praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce” (Salmo 22). Vas a apacentar el rebaño de Cristo que el adquirió con su propia sangre, como escuchamos en la segunda lectura, trata siempre con amor y con ternura el rebaño de Cristo que él te va a confiar, jamás lo maltrates ni le des mal ejemplo. Que en ti se cumpla la palabra de Dios: “les daré pastores según mi corazón, que los apacienten con sabiduría y prudencia” (Jer 3, 15).
La espiritualidad del Sacerdote
El sacerdote es el hombre de Dios, llamado a ser santo como Cristo, para eso Gonzalo, debes ser un hombre de oración, un hombre que hace presente a Cristo en la caridad pastoral, que consiste en la entrega de tí mismo a Dios y al rebaño de Cristo, que lo ama, que lo sirve; sé siempre modelo y ejemplo, sé también un hombre que construye la comunión, la fraternidad, la solidaridad con el pueblo de Dios, con tus hermanos presbíteros y tu obispo. Además, serás obediente, pobre, y célibe por el reino de Dios.
San Agustín hace un comentario sobre los reproches que hace Dios, por medio del profeta a Ezequiel a los malos pastores.
Les gusta el nombre de pastores, pero no cumplen sus obligaciones, se apacientan a sí mismos, pero no a las ovejas, buscan solo sus propios intereses. “Os bebéis su leche, os vestís con su lana y matáis a las mejor alimentadas, pero no apacentáis a las ovejas. no fortalecéis a las débiles ni curáis a las enfermas. ni vendáis a las heridas, no recogéis las descarriadas ni buscáis a las perdidas y las habéis dominado con crueldad y violencia. Al no tener pastor, se desperdigaron mis ovejas” (Ez. 34,3-4).
¿Cómo se mata a las ovejas? San Agustín nos dice que se les mata con los malos ejemplos de pastor, en lugar de ser modelo de las ovejas, las trata con crueldad.
¿Quién es débil? El que puede sucumbir por alguna tentación.
¿Quién está enfermo? El que se haya dominado por alguna pasión. El pastor tiene el encargo de buscar a la oveja perdida; fortalecer a la oveja débil, curar a la enferma y tratarlas con ternura.
Queridos hermanos y hermanas, pidamos a Dios por Gonzalo, para que sea un buen sacerdote, a semejanza de Cristo, Sacerdote, Profeta y Pastor. Así sea.
+Luis Artemio Flores Calzada
VIII Obispo de Tepic.