Tecuala, Nayarit.- Este 3 de octubre, a las 5:30 de la tarde, Monseñor Luis Artemio Flores Calzada, llegó a la cabecera municipal de Tecuala para continuar con la Visita Pastoral dentro del territorio diocesano.
Lo recibieron los grupos de adolescentes y jóvenes de la parroquia, jóvenes de la preparatoria no. 4 de Tecuala, y feligresía en general quienes ya lo esperaban junto al hasta de bandera. Al llegar, Luis Artemio saludó a los presentes y se le invitó a abordar una camioneta que fue adaptada al estilo de un papamóvil, vehículo que lo trasladó al templo parroquial, antes realizando un recorrido por calles principales de la cabecera municipal donde la comunidad lo saludaba desde las banquetas de sus casas e incluso desde los balcones.
Para la celebración Eucarística, Flores Calzada fue acompañado por cuatro sacerdotes y un diácono, además de cientos de fieles que se dieron cita en este segundo momento de la Visita Pastoral a la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús y Virgen de Guadalupe.
Durante la homilía, Mons. Luis Artemio, les comentó: “Hoy iniciamos nuestra Visita Pastoral y la ponemos en las manos del Señor. Yo quisiera recordarles; Dios te creó por amor y para amar, tú eres lo más valioso de la creación. Dios te fue formando en el ceno materno, tienes un origen divino, te pareces a Dios y Dios es amor, por lo tanto estás creado por amor y para amar. El que ama se parece a Dios y practica el bien, el que no ama es el que daña, roba, secuestra, destruye, miente, porque no hay amor en su corazón”.
También en la homilía y ante la presencia de muchos adolescentes y jóvenes, comentó: “Hoy empezó el Sínodo de los Jóvenes con el Papa y los Obispos allá en Roma, el tema, ustedes “los jóvenes” porque los jóvenes van a renovar la Iglesia, la sociedad. Necesitamos muchas familias que transmitan el Evangelio a sus hijos, por eso nos organizamos en el plan pastoral para cumplir con esta tarea, para compartir también nuestra vida, para ayudar a nuestros hermanos pobres, enfermos, necesitados, para celebrar con gozo la Eucaristía”.
Terminada la Santa Misa, se ofreció una cena-convivencia para los asistentes en el atrio del templo, momento que propició aun más la cercanía del Obispo con los fieles, quienes llenos de alegría le demostraban lo querido que es para ellos en Tecuala y de esa manera tuvieron un encuentro con Cristo que se hizo presente en la persona de Monseñor Luis Artemio.