Los pasados 9 y 10 de septiembre, la comunidad educativa marista de Tepic tuvo la dicha de contar con la visita de Nuestra Señora de Fourvière como parte de las celebraciones de camino al bicentenario de la fundación del Instituto de los Hermanos de María.
Las secciones de preescolar, primaria, secundaria y preparatoria organizaron, con devoción y alegría, el recibimiento a la Virgen peregrina, quien nos recuerda uno de los acontecimientos más significativos que dieron origen a la fundación de la Sociedad de María.
El rostro mariano de la Iglesia
El 23 de julio de 1816, al día siguiente de su ordenación, un grupo de jóvenes sacerdotes, llenos de ilusión se encaminan hacia el Santuario de Fourvière, en la ciudad francesa de Lyon. A los pies de nuestra Señora hacen su promesa de constituir la Sociedad de María. En el año 2016 celebraremos los 200 años de esa promesa.
Desde el inicio, los primeros maristas imaginan la Sociedad de María como un gran árbol con diferentes ramas: religiosos sacerdotes, religiosos hermanos, religiosas y laicos. El proyecto no tuvo el reconocimiento eclesial en aquel entonces; quizás la coyuntura histórica no era la adecuada. Hoy las circunstancias son muy distintas. Reconocemos, con agradecimiento, que el Espíritu Santo ha hecho florecer entre nosotros la vocación laical marista. Miles de laicos y laicas de todo el mundo se sienten llamados a vivir el Evangelio al estilo de María, según la tradición del Padre Champagnat y de los primeros hermanos.
Los orígenes de la Sociedad de María nos recuerdan que religiosos y laicos estamos asociados para la misión y llamados a ofrecer el rostro mariano de la Iglesia, con nuestra manera peculiar de ser y de construir iglesia.
Datos históricos del acontecimiento Fourvière
La idea de una Sociedad de María se remonta a una experiencia de Jean-Claude Courveille. El 15 de agosto de 1812 experimentó que María le hablaba, pidiéndole la fundación de una nueva sociedad con una fuerte vocación misionera, cuyo nombre y propósito estaban claramente indicados: Sociedad de María. Sus miembros se llamarán maristas.
Courveille inició su formación en el seminario. Entre sus condiscípulos figuraban Jean-Claude Colin, Marcelino Champagnat, Esteban Déclas y Esteban Terraillon. Courveille compartió su “inspiración” con algunos de sus compañeros y poco a poco se fue creando un grupo de aspirantes a maristas. Se pensó, primero, en una sociedad de tres ramas, al estilo de las grandes órdenes religiosas (Padres, Hermanas y Laicos). Marcelino Champagnat sugerirá otra rama, una rama de hermanos enseñantes.
Actualmente, la casa central en Roma ha instaurado el “Año Fourvière” y una réplica de esta Virgen está recorriendo todos los colegios de nuestra provincia. Sin duda alguna, con su visita a nuestra comunidad educativa se vivieron momentos emotivos y, sobre todo, mucha alegría al recordar el origen de su presencia, a lo largo de estos casi 200 años, en nuestro caminar como maristas en el mundo.
Maristas de Tepic