Al participar en alguna celebración litúrgica en los templos y parroquias, en peregrinaciones encabezadas por el obispo y los sacerdotes, al asistir a misas solemnes o fiestas patronales, es común que veamos al obispo que preside el acto ataviado dignamente, con algunos elementos que escapan a nuestro conocimiento y comprensión.
Por ello, a continuación enumeramos y describimos aquellos ornamentos que distinguen al obispo y al arzobispo.
Mitra
Es un bonete alto de forma cónica terminado en punta con dos bandas, o tiras de tela, que cuelgan por detrás. Cuando el obispo lleva la mitra sobre la cabeza, quiere decir que lleva la ciencia de ambos Testamentos (Antiguo y Nuevo), así como el rostro de Moisés mostraba haces luminosos sobre su cabeza. La mitra la utilizan por igual obispos y arzobispos.
Anillo pastoral
El anillo que lleva el obispo en el dedo se debe a que, por la voz de la esposa, pueda decir: “Nuestro Señor Jesucristo ha puesto el anillo como signo de alianza”. Debe llevarlo como muestra de fidelidad y para demostrar que vela para dar a Cristo como único esposo a las almas que le fueron encomendadas. Dice el apóstol: “Yo os ligué a mi esposo para presentaros a Cristo como virgen pura”. Al igual que la mitra, lo utilizan obispos y arzobispos.
Báculo
Bastón o “cayado” utilizado como apoyo. Lo usaban los pastores en el cuidado del rebaño. Es el símbolo del ministerio pastoral de los obispos. El obispo lleva en la mano el bastón pastoral para corregir, sostener y empujar. Es recto en su parte vertical para dirigir y sostener a los débiles: “Juntad, sostened, estimulad al indeciso, al enfermo, al perezoso”. También, como los dos elementos anteriores, es propio de obispos y arzobispos.
Solideo
Se trata de un pequeño sombrero redondo de color morado que llevan los prelados. En palabra latina significa “sólo a Dios”, y es un casquete que cubre la parte posterior de la cabeza, y que es usado por el Papa en color blanco. Los cardenales la llevan de color rojo y los obispos y arzobispos, violeta.
Cruz pectoral
Obispo, arzobispos y cardenales la llevan sobre el pecho.