Mons. Alfonso Humberto Robles Cota
Un obispo que se distinguió por ser uno más entre todos
Los últimos días de febrero y primeros de marzo estuvieron llenos de felicitaciones para Mons. Alfonso Humberto Robles Cota, actual Administrador Apostólico de la Diócesis de Tepic. El motivo del regocijo y el agradecimiento a Dios fueron los 27 años de servicio episcopal del que fuera el sexto Obispo de Tepic.
El 28 de febrero pasado, Mons. Robles Cota se hizo presente en las instalaciones del Seminario Mayor de Santa María del Oro, donde celebró con los seminaristas y los sacerdotes formadores. El 3 de marzo por la mañana, en la Curia Diocesana, celebró su Eucaristía número 12 mil 365 como Obispo de Tepic, y agradeció a Dios por sus casi tres décadas al frente de la diócesis.
Antes de comenzar la Eucaristía, se percibía en Mons. Robles Cota esa alegría que siempre lo ha caracterizado, recibiendo el fraterno abrazo de todos cuantos se acercaban a él; todo presagiaba un buen día, cuyo fin era estar de fiesta por el aniversario episcopal.
Al inicio de la Misa que celebró con un nutrido grupo de sacerdotes, Mons. Roble Cota dijo: “Quiero decirle a Dios: gracias, gracias por su amor, por su gracia, por su fuerza espiritual, que me ha permitido llegar a los 27 años de servicio episcopal, y puedo decirles a todos, con toda verdad, la palabra que usamos para hablar de Jesús: ‘Bendito el que viene en el nombre del Señor…’”.
La intención de esa Celebración Eucarística fue agradecer a Dios su fidelidad mostrada en su caminar como obispo. “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios…”; exhortó a sus sacerdotes a que con un cariñoso esfuerzo de amor a Dios, se mantuvieran fieles al Creador.
“…Porque desde que nos ordenamos, es solamente la gracia de Nuestro Señor la que puede hacer que vivamos un Sacerdocio fiel hasta el ultimo día…”; en cada momento de la homilía invitó a todos los presbíteros a tener un encuentro personal con Cristo.
“…Nosotros, como sacerdotes, no tan sólo demos un consejo o una palabra a la comunidad, sino que hay que dar testimonio de lo que como sacerdotes ofrecemos a nuestro pueblo… La fuerza más grande de nuestro Sacerdocio no es nuestra palabra, sino, recuérdenlo siempre, nuestro testimonio…”.
Testimonios
Padre Dionisio Peña González, Capellanía de Cristo Rey, en Tepic.
Deseo que ahora ya como Obispo Emérito siga viviendo la santidad que ha vivido, que Dios lo recompense por la entrega que ha dado a la diócesis. Pienso que una de la cosas más significativas realizada por don Alfonso, ha sido haber ordenado a más de 100 sacerdotes, por lo tanto, deja una diócesis vasta en el número de presbíteros”.
Padre Jorge Cueto Bustos, Cuasiparroquia de Nuestra Señora de Talpa, en El Capomo, Nay.
“La cercanía y la sencillez hacia cada uno de nosotros, pienso que son las características más importantes del señor obispo. Por mi parte siento un gran cariño y estima hacia él. Deseo que el Señor lo siga bendiciendo, que siga trabajando en el nombre del Señor, que continúe con alegría”.
Sofía Sifuentes Navarro, Laica consagrada
“Deseo, para el señor Obispo Robles Cota, todos los bienes, especialmente la salud. También le doy las gracias por todo lo que ha hecho por esta diócesis. Le agradezco, asimismo, que se vaya a quedar a vivir aquí con nosotros, en Tepic, y considero que el Primer Sínodo Diocesano es el distintivo de toda su labor apostólica. Le doy gracias a Dios por este obispo que nos regaló 27 años de su vida, y le pido al Señor que el señor Obispo Ricardo también nos ame como nos ha amado don Alfonso”.
Paquita de Retes, Rectoría de los Sagrados Corazones
“Le deseo al señor obispo lo mejor, que mejore su salud, su bienestar en general; estoy muy agradecida por el tiempo que nos ha guiado en esta Iglesia de Tepic. La realización del Primer Sínodo Diocesano fue una tarea ardua, pero muy trascendente para la vida diocesana. El señor Obispo Ricardo continuará con la evangelización y aliviando todas las necesidades de apostolado en esta diócesis, él ya es obispo y tiene experiencia, esperamos con mucha alegría su llegada y unirnos a su trabajo”.
Yolanda Trujillo de Marín, Encuentro Matrimonial
“Deseo que Dios le dé mucha paz al señor Obispo Alfonso Robles, que tenga mucha tranquilidad, ahora que está a unos días de entregar su cargo, que ha desempeñado muy bien, deseamos que sea muy feliz. Su ministerio se ha caracterizado porque siempre ha estado al pendiente de su gente, nos ha guiado con su testimonio; lo hemos visto enfermo, recién operado, y él está adelante de todos nosotros, para él no hay enfermedad, siempre está al frente de su trabajo, y ese es un testimonio para todos. El señor Obispo Ricardo fue elegido por Dios para nosotros, los vamos a respetar y ya lo queremos mucho.
Gerardo Olivares Vargas, Comunidad de Alianza
“En este aniversario, le deseo a nuestro obispo que el Señor lo siga bendiciendo, que el Espíritu Santo le muestre el camino que le tiene preparado, que siga siendo como es. Don Alfonso siempre tuvo la preocupación de que la Iglesia diocesana fuera mejor, y uno de los puntos más fuertes que tuvimos durante su labor episcopal fue la realización del Sínodo, que nos ayudó a buscar mejores métodos para nuestro caminar como diócesis en todos los niveles, desde las estructuras pastorales hasta la acción pastoral de los laicos.
Considero que nuestro nuevo obispo tendrá que afrontar el reto de formar con mayor insistencia y fuerza a nuestros hermanos sacerdotes, que estén más unidos como Iglesia, que estén mejor preparados. Y por otra parte, que los movimientos laicales se unan y que trabajen en conjunto con él, bajo su dirección como Pastor de esta Iglesia. Creo que está a punto de suceder algo muy grande en nuestra diócesis, que es el recibimiento de Mons. Ricardo Watty Urquidi, y decirle a él que aquí estamos para apoyarlo, como movimiento nos ponemos a sus órdenes”.
Patricia Valdez / Adonai González