Todos los caminos conducen a Talpa

Peregrinos que todos los años cruzan la Sierra Madre Occidental

Hay días en que en la ciudad de Mascota, Jalisco, es posible ver constantemente a peregrinos que pasan con rumbo a la Basílica de Talpa. El señor Ignacio Cibrián Valverde me comentó que él es parte de un grupo llamado “Peregrinos Unidos”, que sale de Compostela, Nayarit; esta agrupación está integrado por personas procedentes de distintos lugares, como Villa Hidalgo, Autlán, Tepic, e incluso algunos desde Estados Unidos. Esta peregrinación cuyo destino es Talpa, comienza el 22 de enero y desde entonces viven una aventura mística y maravillosa; la última estación de este trayecto es la Basílica de Talpa, a la que habrán de arribar el día 28. Estos peregrinos traen una réplica de Nuestra Señora de Talpa vestida con indumentaria huichola.
El descanso, necesario para continuar
En el Templo de la Preciosa Sangre, ubicado a espaldas del Seminario Menor, hay una parada de los peregrinos; todos los días, en los espaciosos corredores del atrio interno de la Preciosa Sangre se acomodan para descansar; normalmente los grupos de peregrinos llegan por la mañana y allí pasan el resto del día, donde pernoctan para continuar al día siguiente su camino.
Por la madrugada continúan con su caminar hasta la última jornada de su peregrinación, donde conjugan todas sus emociones para estallar en júbilo y llanto a los pies de Nuestra Señora del Rosario. Traen la alforja llena de emocionantes, vivencias del camino, el alma henchida de los maravillosos paisajes que ofrece la naturaleza de esta Sierra Occidental; claro que no todas son buenas vivencias, pues también llegan agotados por el cansancio, con los pies agrietados, hinchados, ampollados y casi arrastrando el cuerpo; las enfermedades oportunistas como la diarrea, entre otras, hacen sus estragos.

Estaciones que se dividen de día y de noche
Este grupo de “Peregrinos Unidos” se dirige primero a Tequilita, la siguiente jornada la hacen hasta el paso del río Ameca. Las siguientes estaciones son San Felipe, Los Reyes, Cimarrón, Mascota y, por fin, Talpa de Allende.

La naturaleza resulta dañada
A las distintas instancias de gobierno se les ha hecho la petición de que se atienda con bienes y servicios económicos y de calidad a los caminantes que de paso nos dejan una buena derrama económica. “Es lamentable que las nuevas carreteras estén rompiendo el equilibrio ecológico en nuestra región”, coinciden en lamentar los peregrinos; este año, por ejemplo, entre San Felipe y Copales se está abriendo una nueva carretera, haciendo destrozos inmisericordes a la naturaleza en el nombre del “progreso”.

El amor a María los mueve a entregarse totalmente
El objetivo principal de este peregrinar es rendirle respeto y homenaje a la patrona de la Diócesis de Tepic, Nuestra Señora del Rosario de Talpa. Los peregrinos vienen a cumplir promesas, y por supuesto, a llevarle nueva peticiones. Es un círculo de fe, es una manifestación de religiosidad popular que bien vale la pena preservar y estimular en nuestra gente.
Esta aventura de fe también tiene su precio, además del cansancio. Don Ignacio Cibrián Valverde, estima los gastos en 120 pesos diarios apenas para su alimentación indispensable, por lo menos. Los carros que traen solamente su equipaje, les cobran 350 pesos por persona. Pero lo importante es que les queda la íntima satisfacción de haberse puesto a los pies de nuestra Madre Santísima, que los ha de oír en todo momento y les dará su auxilio siempre.

Tradición que no debe perderse
La antigüedad del grupo de peregrinación al que pertenece el señor Ignacio Cibrián tiene apenas 7 años, pero cada una se ha derivado de otras que se remontan a los inicios de esta centenaria tradición. Que la Virgen de Talpa bendiga a sus devotos y les siga dando ánimo y fortaleza para que la continúen proclamando como su principal intercesora.

Gustavo Rodolfo Carbajal L.

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