Ahora que he calentado, voy a ver qué edad tiene mi cerebro…
Está muy cerca la Navidad y con ella los regalos. Los más comercializados en este momento son los electrónicos, en especial entre los niños los videojuegos, de los cuales ya hacíamos un análisis en este mismo espacio; pero hoy quiero hacer hincapié en los títulos de los videojuegos.
Me di cuenta de que los videojuegos, sobre todo sus nombres, suenan atractivos porque aparecen en inglés, pero en castellano suenan a juegos de serie B absoluta, y que nadie quiere comprar; aquí algunos ejemplos: “El planeta pequeño y grande”, “El gran robo de coches 4”, “Espacio muerto”, “Nube (nuclear) 3”, “Necesidad de velocidad: secreto”, “Luchadores de los pequeños monstruos: sombras de qlma”, “Entrenando el cerebro”, “Héroe de la guitarra”, “Grito lejano 2”, “Súper reyerta de los hermanos aplastamiento”, “Casi una canción de las chicas picantes” o “de las piedras giratorias”… para que ríamos de los títulos de los videojuegos.
Estudio iguala videojuegos con alcohol y drogas
La adicción a los videojuegos entre los menores es alarmante por la facilidad que se tiene para conseguir este tipo de entretenimientos, que a la larga afecta en la vida adulta, convirtiéndose en un serio problema social, advirtió la psicóloga Sol Jimena García. Reveló también que “la frontera de Coahuila destaca, a diferencia de otras regiones del interior del estado, por la adicción a los videojuegos que se ha detectado en menores de edad, y por la falta de atención de los padres para atender lo que a futuro pueden convertirse severas afectaciones en la etapa adulta”. Se nota más el problema de la adicción a los juegos debido a que los pequeños tienen más fácil acceso a un videojuego o una computadora, que tienen contenido de violencia o de corte sexual.
“Incluso hay juegos en los que aparece un estadounidense agrediendo a un mexicano ilegal, lo que conlleva a que el menor se concentre en el pasatiempo, corriendo el riesgo, si no se toman medidas, que en la vida adulta imite la agresión”, refirió.
Destacó que se han detectado niños donde la conducta ha cambiado, pues notan comportamientos agresivos con sus mismos padres, al intentar controlar las horas que pasan frente a una pantalla de televisión o de computadora. “Esto los lleva a que conforme van creciendo se vuelvan insensibles al dolor, a la muerte o a ver a personas agredirse y no intervienen, pues fue algo que lo vio normal, porque siempre estuvo relacionado con la violencia en los juegos”.
Señaló que en las bajas calificaciones se nota de forma marcada el tiempo que pasan los niños frente a una computadora que tiene este tipo de juegos o un televisor, lo que se vuelve difícil para los padres, pues no los obedecen o se vuelven agresivos. “Se hacen adictos porque en los videojuegos tienen etapas y se concentran tanto que quieren pasar de una a otra fase, así pasen dos, tres o más horas, lo que influye para que no estudien o no coman a sus horas”. Finalmente, comentó que se advierte que el problema en los próximos años se podría agravar si los padres de familia no toman cartas en el asunto.
Desgraciadamente, el acceso a videojuegos violentos o sexistas escapan al control de los padres y los propios niños y jóvenes son conscientes de ello. Según algunas encuestas, hasta 40 por ciento de los niños reconocen que si sus padres tuvieran conocimiento de los videojuegos que utilizan seguramente se los prohibirían.
Los videojuegos de violencia: los más vendidos
En la actualidad hay muchos juegos violentos a disposición de usuarios, que no deberían tener acceso a ellos por sus contenidos.
Las calificaciones que reconocidas organizaciones como la USK, la BBFC o la PEGI le dan a los juegos que contienen material no recomendado para menores de edad, no se respeta. En la actualidad un buen número de aficionados que no deberían tener acceso a títulos violentos, los consiguen con gran facilidad sin que las autoridades puedan hacer mucho al respecto.
Las empresas y sus intereses
Un lamentable hecho ocurrido en Alemania hace unos días ha originado que este problema sea retomado por diversos organismos. Hans Dieter Shwind, presidente de una asociación alemana contra el crimen, ha pedido a las autoridades de su país que se implanten medias más agresivas para que los juegos violentos no puedan ser adquiridos por menores. Para él lo más acertado sería vetar estas producciones.
Joachim Herrmann, el Ministro del Interior de Alemania, expresó su condena hacia la tragedia y está de acuerdo en que urge la necesidad de imponer sanciones más severas a las tiendas para que los jóvenes no puedan obtener juegos no recomendados para sus edades. El ministro cree que unas multas elevadas para los vendedores solucionaría este problema.
Las organizaciones encargadas de dar las calificaciones por edades a los juegos comentan preocupadas, en reiteradas ocasiones, que los menores adquieren con gran facilidad títulos violentos en establecimientos físicos y en tiendas digitales. Parece que la única solución pasa por implantar medidas mucho más severas.
Rigoberto Robles
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