A 15 años de su canonización
Hijas del Sagrado Corazón de Jesús
María de Jesús Sacramentado Venegas de la Torre nació en un poblado del municipio de Zapotlanejo, Jalisco el 8 de septiembre de 1868.Sus padres fueron el señor Doroteo Venegas Nuño y la señora Nievesde la Torre Jiménez, y fue bautizada con el nombre de María Natividad, el día 13 de ese mismo mes en la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario en Zapotlanejo. Fue confirmada el 24 de noviembre de 1972 en la Catedral Metropolitana de Guadalajara por el señor Arzobispo Pedro Loza y Pardavé. A la edad de 9 años hizo su Primera Comunión en la Parroquia de San Pedro Apóstol, en San Pedro Lagunillas, Nayarit.
La joven María Natividad se desarrolló en un clima de sencillez, en una vida ordinaria de familia humilde. Gran parte de su infancia la vivió en Nayarit, radicando en San Leonel, Las Varas, Mecatán, San Pedro Lagunillas, Compostela y Tepic. A los 16 años regresa a Jalisco, donde tres años más tarde recibe la noticia de la muerte de su padre, quedando en total orfandad.
Fue en Zapotlanejo donde María Natividad fortalece su amor y su deseo de entrega al servicio de Dios y de la Iglesia. El8 de diciembre de 1898 ingresa a la Asociación de Hijas de María y en 1905, por consejo de su director espiritual, Padre Antonino González, realizó unos ejercicios espirituales en la ciudad de Guadalajara, en el Templo de San Sebastián de Analco.Al terminar estos, toma la decisión de ingresar a la vida religiosa, llegando a las puertas del Hospital del Sagrado Corazón de Jesús el 8 de diciembre de 1905, siendo recibida por Sofía Aguirre (Madre Doloritas) en la incipiente Pía Unión, fundada en 1886 por el Arzobispo Atenógenes Silva y Álvarez Tostado.
Desempeñó el cargo de vicaria de 1912 a 1921, fecha en que es electa Superiora General. Ejerció su gobierno hasta el 12 de septiembre de 1954, entregando la dirección general a la Madre María Ortiz Santana.Durante su gobierno, dio muestras de su gran amor a Dios, fruto de la unión profunda en la que vivía con Cristo, traducido este en una gran caridad y amor sin límites a los pobres, necesitados y enfermos, así como a sus hermanas de congregación.Su espiritualidad se caracterizó por una singular piedad eucarística, buscando, adorando y amando al Señor en el santísimo misterio de su presencia real en el sacramento del altar.
Después de largos años de pruebas difíciles y fecundo apostolado, tras sobrellevar con sentido sobrenatural su enfermedad, confortada con los sacramentos de la Iglesia, entregó su alma dulcemente a Dios, a quien tan grandemente amó. Murió a la edad de 91 años, el día 30 de julio de 1959, a las 6:45 am en el Hospital del Sagrado Corazón, testigo de un alma tan bellamente adornada con un sinfín de virtudes y cualidades que solo las almas que viven en unión íntima con Dios son capaces de cultivar.
La Congregación de Hijas del Sagrado Corazón de Jesús, fundada por ella, continúa dando frutos de vida eterna, viviendo el carisma y espiritualidad legados por Santa María de Jesús Sacramentado, primera santa mexicana, elevada al honor de los altares por el Santo Padre Juan Pablo II el 21 de mayo del Año Jubilar 2000, en la Basílica de San Pedro, en Roma; siendo un elocuente testimonio de consagración absoluta al servicio de Dios y de la humanidad doliente.