Primera mexicana canonizada

2008_07_18

Santa María de Jesús Sacramentado Venegas

Su fiesta se celebra el 30 de julio

Santa María de Jesús Sacramentado Venegas, primera mexicana canonizada, supo permanecer unida a Cristo en su larga existencia terrena, y por eso dio frutos abundantes de vida eterna. Su espiritualidad se caracterizó por una singular piedad eucarística, pues es claro que un camino excelente para la unión con el Señor es buscarlo, adorarlo, amarlo en el santísimo misterio de su presencia real en el sacramento del altar.

Obediente, fiel, atenta
Quiso prolongar su obra con la fundación de las Hijas del Sagrado Corazón de Jesús, que siguen hoy en la Iglesia su carisma de la caridad con los pobres y enfermos. En efecto, el amor de Dios es universal, quiere llegar a todos los hombres; la nueva santa comprendió que su deber era difundirlo, prodigándose en atenciones con todos hasta el fin de sus días, incluso cuando la energía física declinaba y las duras pruebas que pasó a lo largo de su existencia habían mermado sus escasas fuerzas. Fidelísima en la observancia de las constituciones, respetuosa con los obispos y sacerdotes, solícita con los seminaristas, Santa María de Jesús Sacramentado es un elocuente testimonio de consagración absoluta al servicio de Dios y de la humanidad doliente.

Una niñez sin heroísmos
María de Jesús Sacramentado –María de Jesús Sacramentado Venegas de la Torre– nació en un poblado del municipio de Zapotlanejo, Jalisco, el 8 de septiembre de 1868; la bautizaron con el nombre de María Natividad. La vida de esta joven se desarrolló en un clima de sencillez, sin hechos extraordinarios; su niñez y adolescencia transcurrió con los matices que da la vida. A la edad de 19 años quedó huérfana de padre y madre quedando al cuidado de una tía paterna. María Natividad sentía fuerte atractivo hacia la vida religiosa, y el 8 de diciembre de 1989 ingresó en la floreciente Asociación de Hijas de María, en su lugar natal.

Se dio en el servicio a los demás
El 8 de diciembre de 1905 asistió a unos Ejercicios Espirituales y como fruto de éstos, decide formar parte del grupo “Hijas del Sagrado Corazón de Jesús”, que con ella completaban seis para el cuidado de los enfermos en el Hospital del Sagrado Corazón, recién fundado por el Canónigo don Atenógenes Silva y Álvarez Tostado. Se distinguió por su humildad, sencillez, trato afable con las hermanas, enfermos y personas en general; esta inmensa caridad bebida de la fuente del Corazón Divino de Jesús, a quien amó, en quien siempre esperó y cuya devoción procuró inculcar a todas las personas que la rodeaban.

Elegida superiora
Manifestó un trato especial a los obispos y sacerdotes, atendiéndolos con verdadero amor, respeto y obediencia, viendo en ellos la prolongación de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote. En el año de 1912 fue elegida Vicaria, puesto que ocupó hasta el 25 de enero de 1921 en el que, realizadas las primeras elecciones canónicas, resultó elegida Superiora General; al poco tiempo escribe las Constituciones que regirían a las Hijas del Sagrado Corazón de Jesús, éstas fueron aprobadas en 1930, reconociéndose así el nuevo instituto.

El milagro que la llevó a los altares
El 30 de julio de 1959 entregó su alma al Creador, llena de paz, después de recibir los auxilios sacramentales. El milagro reconocido para su canonización pertenece al señor Anastasio Ledezma Mora, que fue llevado al Hospital del Sagrado Corazón para someterlo a una operación quirúrgica. Después de la anestesia se manifestó una lentitud cardíaca, que aumentó gradualmente hasta finalizar en un paro total del corazón y de las arterias. Enseguida se intentaron terapias de reanimación que no rindieron fruto, y el enfermo cayó en coma profundo.
Los médicos y enfermeras que estaban en el quirófano, así como la esposa del enfermo y las hermanas (Hijas del Sagrado Corazón), invocaron la intercesión de la Beata María de Jesús Sacramentado. Después de 10 ó 12 minutos, las palpitaciones se restablecieron y más allá de lo que los médicos esperaban, el enfermo no sufrió ningún daño en el cerebro; a los pocos días fue sometido a una hemicolectomía con colostomía definitiva sin complicación alguna. Se tuvo como admirable la reanudación de los latidos del corazón gravemente interrumpidos.

La religiosa María de Jesús Sacramentado Venegas fue canonizada por el Papa Juan Pablo II el domingo 21 de mayo del año 2000 en El Vaticano.

 

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