Primer Congreso de Evangelización

Comunicar el Evangelio con ardor y nuevos métodos

 

Queridos catequistas, ya próximos a celebrar a Cristo resucitado, en esta edición les compartiremos nuestra participación en el Primer Congreso Nacional de Evangelización. Catequesis y comunicación”, organizado por la Sociedad San Pablo en colaboración con la Universidad Pontificia de México (UPM), en las instalaciones de esta universidad en la Ciudad de México.

 

Catequesis en la era comunicativa

El congreso estuvo dirigido a todas las personas involucradas en las áreas de comunicación, catequesis y evangelización, con el objeto de reflexionar sobre “La catequesis en la actual cultura de la comunicación”.  Donde reafirmamos nuestro compromiso para lograr que la Buena Nueva de Jesucristo, nuestro maestro y perfecto comunicador del Padre, siga llevando, por nuestro medio, esperanza, fuerza y alegría a todos los que desean un encuentro personal con Cristo.

En este artículo queremos resaltar algunos puntos importantes entresacados de la conferencia magistral del catequeta Presbítero Francisco Merlos Arroyo, titulada “Los desafíos de la catequesis en la actual cultura de la comunicación”.

Dichos desafíos suelen entenderse como realidades (situaciones, experiencias o acontecimientos) con una fuerte carga de provocación y cuestionamiento, obligándonos a ubicarnos, a pensar y a actuar de otro modo; tomando decisiones inaplazables para ser protagonistas y no pasar como simples espectadores de la historia.

La catequesis se contempla como un ministerio profético de la Iglesia, vinculado a  la Palabra y a las fuentes primordiales de la revelación y de la fe; comunica permanentemente el anuncio de la Buena Nueva centrada en Jesucristo; actualiza la revelación de Dios en la vida y la historia de los hombres y mujeres de cada época; les propone valores, criterios, enseñanzas esenciales del Evangelio, inspirándose en la pedagogía de Jesús; educa al creyente en el seguimiento de Cristo y busca “formar hombres comprometidos personalmente con Cristo, capaces de comunión y participación en el seno de la Iglesia y entregados al servicio salvífico del mundo”.

Desafíos de la catequesis actual

Ante la cultura de la comunicación:

  1. El lenguaje no es únicamente el conjunto de signos y palabras (el idioma) que utilizamos, sino todo aquello que sirve para el intercambio de la vida y la comunicación entre personas.
  2. En la catequesis es tan importante la misión que se recibe, el mensaje que se entrega, la realidad en que se vive y el lenguaje que se emplea; menospreciar alguno de estos es mutilar la misión.
  3. Revisar para mejorar el lenguaje no es puro pasatiempo, sino un imperativo que brota de un profundo respeto al Evangelio, a la comunidad y a nuestro ministerio. La calidad del lenguaje tiene una estrecha relación con la calidad de nuestra oferta.
  4. Es necesario utilizar y aceptar lenguajes que nos hagan interlocutores, donde la corriente de ida y vuelta (reciprocidad) sea la clave de la comunicación entre personas. De lo contrario, fallamos.
  5. Hay que tener el valor de abandonar lenguajes inútiles que ya no dicen nada, aunque estemos acostumbrados a ellos o hayan sido venerables en otro tiempo.
  6. Los nuevos lenguajes requieren discernimiento y familiarización, pues expresan mentalidades y valores nuevos, o quizá los mismos valores en forma diferente.
  7. En la formación de catequistas el tema del lenguaje y la comunicación no es una cuestión secundaria, pues un evangelizador vale lo que vale su lenguaje y su comunicación.
    8.El Verbo eterno del Padre, al encarnarse en lenguajes humanos, se constituye en modelo absoluto de toda comunicación de Dios con los hombres, de estos entre sí, y de todos con el Señor.
  8. La Iglesia existe para ser lenguaje encarnado de Jesús en la historia. Tiene lenguajes propios, antiguos y nuevos. Lo definitivo es el Evangelio y sus valores esenciales.
    10.El lenguaje que usamos en la catequesis puede ser causa de rechazo al Evangelio, como también puede ser ocasión de acogida del don de Dios y principio de conversión.
    11. Los modernos medios tecnológicos de comunicación social amplifican e impactan de muchas formas a todos los que vivimos en la era de la comunicación digital y planetaria. Enfrentarlos, usarlos y cuestionarlos críticamente es el reto que nos plantean en la actual catequesis.

 

Catequistas, la Buena Nueva de Jesucristo sigue siendo nueva y buena, alcanzando con su ardor a todos los hombres y mujeres que buscan sinceramente un encuentro personal con Cristo. Por tanto, la comunicación del Evangelio “debe continuarse en el tiempo con nuevo ardor y nuevos métodos, manteniendo su contenido”.

 

María Adela Suárez de Luna

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Comentarios a la autora: (ade.suarez@hotmail.com)

 

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