Don Manuel Azpeitia y Palomar, tercer obispo
El 23 de diciembre de 1919 tomó posesión de la diócesis, don Manuel Azpeitia y Palomar, proveniente de la ciudad de Guadalajara. Fue licenciado en Derecho Civil y en Derecho Canónico.
A la llegada del señor Azpeitia a la ciudad de Tepic, todo parecía indicar que la situación de la Iglesia en México tomaba un giro que se percibía prometedor. El 21 de noviembre de 1918 el Presidente Venustiano Carranza había enviado al Congreso de la Unión una iniciativa de reforma al artículo tercero, y propuso, además, la derogación de los párrafos 7 y 8 del artículo 130 de la Constitución General de la República (el párrafo 7 se refiere a la facultad de las legislaturas locales para determinar el número de ministros en cada estado, y el 8 trata sobre el requisito de ser mexicano por nacimiento para poder ejercer el ministerio en el país).
El 23 de abril de 1927, el Obispo de Tepic y gran parte de su presbiterio fueron materialmente obligados a abandonar la diócesis. A partir de esta fecha, sólo se veían en la capital de Nayarit los sacerdotes Alejo Enríquez, Francisco Centeno, Trinidad Hinojosa y Anastasio Hurtado. Los tres primeros durante todo el tiempo del conflicto, pues el Padre Hurtado, al ser descubierto, fue deportado a Estados Unidos. Fue sepultado en la Catedral de Tepic.
Pedro Guzmán Delgado