Me toca… escuchar

Dicen que por algo tenemos dos oídos y una boca: para escuchar el doble de lo que hablas, o hablar la mitad de lo que escuchas. Mentiría en un dato estadístico si dijera que a la mayoría le gusta más ser escuchada que escuchar, pero en cuanto a las personas con las que me he rodeado puedo identificar que es cierto, sin generalizar, claro.

No puedo confirmar el dicho con el que inicié, pues si se siguiera al pie de la letra, cada día hablaríamos menos y menos, hasta caer en un silencio, y creo que tanto hablar como escuchar, son importantes para una correcta comunicación. Habrá ocasiones en las que una pequeña frase te dé material para hablar por horas, y otras en las que todo un discurso bien elaborado te deje sin palabras.

Es importante recordar que todos tenemos algo qué platicar y qué contar, y sí, eso incluye a la persona que deseas que te escuche. Ella también desea ser escuchada. Recuerda que “todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo” (Eclesiastés 3).

Si en una reunión o convivencia, en una cita o en una plática con una persona, tú ocupaste todo el tiempo para hablar, no tiene nada de malo, solo recuerda que quizá en otro momento te toque escuchar.

Lic. en Psicología Eneri Camacho

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