Hace 60 años, la calle Durango, en el centro de Tepic, lucía muy diferente: las calles empedradas y las casas de adobe le daban un aspecto más rural a la cuadra. De aquella imagen sólo queda la casa de doña Cuca, quien ha visto partir poco a poco a todos sus vecinos, y convertir su calle en una vía más del Centro, por la que a diario transitan cientos de automóviles.
Con 93 años cumplidos, María del Refugio Jiménez, doña Cuca, como todos la conocen, lleva más de 60 años vendiendo tostadas de carnitas, actividad que inició junto con su esposo Pascual en un puesto en la esquina de su cuadra, para después trasladarse a ésta; y desde entonces, todas las mañanas se levanta para atender el negocio que, dicho sea de paso, ha sido fuente de trabajo para muchas familias, ya que en la actualidad hay varios puntos de la ciudad donde podemos probar este platillo, que iniciaron hace muchos años don Pascual y doña Cuca.
Una silla de madera en la acera, junto a la puerta de su casa, nos indica que ahí está ella, y no es de extrañar encontrar numerosos clientes, quienes más que eso, son amigos, puesto que muchos tienen más de tres o cuatro décadas frecuentando el lugar.
María del Refugio es un ejemplo para todos, por su esfuerzo, por su constancia y por su voluntad de seguir adelante. Los años no impiden vivir con plenitud.
Ana Elizabeth Pérez