Romería del 12 de mayo en Talpa, Jalisco
Con gran afluencia de peregrinos se llevó a cabo, el pasado 12 de mayo en Talpa, una fiesta más dedicada a Nuestra Señora del Rosario. Celebramos tres acontecimientos que tuvieron lugar el día 12 de mayo, pero de diferentes años:
1923: coronación pontificia de la Virgen
1947: elevación del Santuario a título de Basílica
1949: proclamación del Patronato de la Virgen de Talpa sobre la Diócesis de Tepic
Desde el 4 de mayo que dio inicio el novenario comenzaron a llegar los peregrinos, que ya fuera a pie, en bicicleta, a caballo y en autobuses especiales, arribaban a Talpa con la fe y la devoción puestas en la Virgen para agradecerle los milagros que ella arranca del corazón de Dios para sus hijos.
Las campanas anunciaron el ingreso a la Basílica de los queridos hijos de la Virgen María, quienes procedentes de diversos estados de la República Mexicana se presentaron con sus trajes típicos, con coloridas danzas, con las alegres notas y cantos musicales de las bandas y mariachis; todo convirtiéndolo en una alabanza continua a la Virgen.
El 12 de mayo, con la asistencia de nuestro Obispo Luis Artemio Flores Calzada y del Rector de la Santa Basílica de Talpa, Padre Esteban Salazar González, dio inicio la Misa concelebrada en punto de las 12:30 del mediodía. En ella se renovó el Patronato de la Virgen sobre todo el vasto territorio de la Diócesis de Tepic.
Ya por la tarde se dispuso de todo lo necesario para dar paso al broche de oro de la fiesta: sacar a pasear en solemne procesión a la bendita Imagen de nuestra Chaparrita, que ansiosa esperaba la hora fijada (5:30 pm) para salir a bendecir a sus hijos.
Las danzas con sus vestimentas llenas de color y sus bailes alegres, abrían paso y preparaban el camino a la Virgen que, arropada por el amor de sus devotos, era llevada en hombros sobre una tarima repleta de flores, sobresaliendo como la Flor que no se marchitó. Nuestra Madre, Reina y Patrona: la Virgen de Talpa.
Luego de recorrer la plaza del pueblo, la procesión culminó en el interior de la Basílica, donde el señor Cura Esteban Salazar agradeció a todos los que hacen posible la organización y buen término de estas festividades, para luego dar la palabra a nuestro obispo, Monseñor Luis Artemio Flores Calzada, quien sumamente emocionado, nos exhortó a estar unidos a la Virgen para ser buenos cristianos, buenos hijos y hermanos; además, al hacer referencia a la Renovación de la Virgen de 1644, nos invitó a renovarnos como personas para poder construir una sociedad de paz desde nuestros lugares de origen.
Luego de impartir la bendición con la sagrada Imagen, fue colocada de nuevo en su trono desde donde siempre, Ella escucha atenta las plegarias de sus hijos tan queridos.
José Miguel Quintero García
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