Madre sola, una realidad heroica

10 de mayo: Día de las Madres

Madre sola, una realidad heroica

Hace más de dos mil años una adolescente judía dijo sí a ser madre en condiciones realmente difíciles, y eso cambió la historia de la humanidad.

Una Virgen desposada con un varón que se llamaba José; el nombre de la Virgen era María y antes de que viviesen juntos, concibió en el vientre por obra del Espíritu Santo.

En aquella cultura el desposorio era el inicio del matrimonio legal, que culminaba con el traslado de la desposada a la casa del esposo, y ello podía tomar meses, incluso años. Mientras tanto, ella seguía viviendo en casa de su padre y bajo su autoridad.

Entró el ángel a la presencia de María, y le dijo: vas a quedar embarazada y darás a luz un hijo…Dijo María: “Yo soy la servidora del Señor; hágase en mí lo que has dicho”.

¿Por qué a mí…?

Qué valiente jovencita, ¿cómo podía decir que sí? ¿Acaso no era consciente de todos los problemas que tendría si aceptaba ese embarazo?

  1. Era una noticia que la tomaba por sorpresa y en las circunstancias menos oportunas.
    2.    ¿Qué iban a decir sus padres, ella era hija única y sus padres le habían dado siempre el mejor ejemplo? ¿Cómo podía ella decirles una noticia así?
    3.    ¿Qué iba a decir José al saber que él no era el padre? José era un hombre ejemplar y confiaba plenamente en ella. Seguramente la denunciaría o la rechazaría.
    4.    ¿Qué iba a decir la sociedad que consideraría ese suceso como un adulterio, cuando la Ley de Moisés ordenaba que a las mujeres adúlteras se les matara a pedradas?
    5.    Ella era una adolescente y tenía una vida por delante como para ser madre a tan temprana edad.
    6.    José era un simple carpintero y pobre, ¡qué vida le esperaba a ese bebé!
    7.    No tenía ninguna protección social. Su hijo nacería en la más completa miseria, entre paja y estiércol, en una casa ajena y en un lugar extraño.
    8.    ¿Para qué traer a sufrir a un hijo a este mundo? ¿Acaso no sabía que su hijo sería incomprendido, acusado injustamente y crucificado?

Aquella madre adolescente tenía todos los argumentos para decir “no” a su maternidad. Debía enfrentar al mundo desde su tierna edad. Sin embargo, su respuesta “¡Hágase en mí lo que has dicho!”, nos deja perplejos. ¡Qué valiente mujer! ¡Qué heroica! ¡Qué generosa!

En ese momento, ella tomó esa decisión sola, sin poder consultarle a alguien, pero con absoluta confianza, esperanza y fe de que el Único dueño y dador de la vida, no la abandonaría ni la dejaría a su suerte. Ésa era una prueba de fe absolutamente superada.

En nuestra sociedad actual, por las circunstancias que sean y que no nos corresponde juzgar, hay un gran número de madres solteras, abandonadas, separadas, divorciadas, viudas,  violadas, etcétera; que viven su maternidad con orgullo y dignidad, que se enfrentaron a sí mismas, a sus padres, a la sociedad y a la cultura de muerte de nuestro tiempo para dar un “sí” definitivo a la vida y a la responsabilidad que esa respuesta implica.

Si bien María no fue una madre soltera, sí fue una Madre que se encontró sola para tomar  esa decisión, aceptando con fe la vida que se le confiaba.


Las madres mexicanas en números

  • Hasta 2005 existían en el país 39.3 millones de mujeres de 12 años y más; de ellas, 25.4 millones han tenido al menos un hijo. En promedio, las mujeres mexicanas tienen 2.5 hijos.
    •    En 2008 se estimó que México tuvo una tasa global de fecundidad de 2.1 hijos por mujer; Guerrero, Chiapas y Aguascalientes registraron las tasas más altas.
    •    En 2006 se registraron alrededor de 2.5 millones de nacimientos, 53 de cada 100 fueron de madres de 20 a 29 años de edad.
    •    En el mismo año, 43 de cada 100 nacimientos fueron de mujeres que declararon que era su primer parto, en 27 el segundo, para 16 el tercero y de 14, el cuarto o más.
    •    En Chiapas 61 de cada 100 madres, durante el parto, fueron asistidas en su domicilio; a nivel nacional la proporción es de 12 de cada 100.
    •    En 2006 se registraron un mil 189 defunciones maternas que tuvieron como causa principal el edema, proteinuria y trastornos hipertensivos en el embarazo, parto y puerperio (28.9 por ciento).
    •    De las madres alguna vez unidas 49.5 por ciento ha padecido algún tipo de violencia por parte de su pareja.

Fuente del recuadro: INEGI

María Osiris Reyes

Facebook Comments Box

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *