El problema mundial de las drogas sigue poniendo en grave peligro la salud, la seguridad pública y el bienestar de la humanidad, en particular de niños y jóvenes.
Drogas para cualquier persona
La adicción a las drogas se caracteriza por la imperiosa necesidad que una persona tiene por consumir bebidas con contenido alcohólico u otra clase de drogas. Este consumo suele ser tan problemático y reiterativo que permanece a pesar de los problemas de índole legal, familiar y física que causa.
La adicción al alcohol o a las drogas puede padecerla cualquier persona y debe ser tratada; sin embargo, es importante que la persona acepte su enfermedad o condición con la finalidad de que sea consciente del riesgo y consecuencias, lo que facilitará el autocuidado y mejorará el pronóstico de tratamiento.
La droga: enfermedad mortal
La aparición de un patrón de consumo en una persona suele resultar de una serie de factores implícitos en contextos desfavorables difíciles de afrontar; esto es: consumo de sustancias en la familia, trastornos del estado de ánimo y de ansiedad, baja autoestima, escasas habilidades sociales y dificultad para afrontar la presión de los amigos, etcétera.
La drogadicción es una enfermedad mortal, ocasiona estados de disfunción social en los que las personas tienden a dejar de funcionar en lo familiar, laboral, social, académico, entre otros ámbitos. Posteriormente, hay quienes tienden a presentar conductas delictivas o, en su caso, a intercambiar favores sexuales con la finalidad de asegurar su dosis diaria; esto en sí puede ponerlos en alto riesgo de otras enfermedades asociadas y de alguna muerte violenta; otros sufren con el tiempo afecciones orgánicas graves como cirrosis hepática, tipos de cáncer, derrames cerebrales, golpes de calor y hay quienes mueren a través de un suicidio provocado por un trastorno del estado de ánimo inducido por sustancias
Se puede morir también en un accidente vial por manejar intoxicado; del mismo modo puede perderse la vida en algún pleito a golpes o por las lesiones producidas por arma blanca o de fuego, situaciones que se presentan comúnmente cuando las personas están intoxicadas por el alcohol o las drogas, o incluso pueden fallecer al no ingerir alimentos o líquidos vitales, ya que la mayoría de las drogas inhiben el hambre e incluso la sed; finalmente, se puede perecer por la sencilla razón de que a la mayoría de los adictos les resulta difícil dejar de consumir el alcohol o drogas, y esto va a provocar un deterioro progresivo de las funciones vitales del organismo hasta que deja de funcionar.
Cómo identificar a un drogadicto
Hay varios síntomas del abuso de drogas que pueden ser reconocidos como señales de peligro. Debemos aclarar, sin embargo, que la presencia de uno o dos de ellos solamente no siempre indica problemas de drogas, sino que puede revelar otras causas, ya que no es sencillo a simple vista reconocer a una persona que está bajo los efectos de una droga, porque se puede confundir con otros estados emocionales. El listado de las siguientes situaciones puede ayudar:
- Cambios repentinos de la personalidad y excesos de mal humor sin explicación de causa aparente.
- Notable caída en el rendimiento escolar o abandono de los estudios.
- Pérdida de interés en las actividades favoritas, tales como deportes y pasatiempos.
- Incorporación a un nuevo grupo de compañeros.
- Recepción de llamadas telefónicas sospechosas.
- Excesiva hostilidad.
- Ojos enrojecidos.
- Presencia de instrumentos necesarios al consumos de drogas, sospechosa aparición de comprimidos, frascos de colirio, jarabes y envases de medicamentos.
- Acentuadas alteraciones en el apetito.
- Falta de motivación, incapacidad para cumplir con las responsabilidades.
- Actividades antisociales tales como mentir, robar.
- Cambios en los hábitos de higiene y en la alteración de la apariencia personal.
- Actitudes furtivas o impulsivas, uso de anteojos oscuros aunque no haya exceso de luz.
- Reacción defensiva cuando se mencionan las drogas y el alcohol en la conversación.
- Desaparición de objetos de valor.
- Depresión emocional; frecuente mención del tema del suicidio.
- Aliento alcohólico.
- Confusión sobre el lugar, hora y día.
- Crisis de miedo o temor exagerado.
- Insomnio.
- Tos crónica.
- Dificultad para coordinar movimiento.
- Aspecto somnoliento o atontado.
- Congestión en nariz y garganta.
- Temblores.
- Excesiva calma o lentitud.
- Crisis de risas inmotivadas.
- Náuseas.
- Excesivo dolor de cabeza.
- Lenguaje incoherente.
- Alucinaciones.
Centros de Integración Juvenil, AC
———
Comentarios al autor: (cijtepic@hotmail.com)