Tendencias espirituales: Yoga, Reiki, Zen, Feng shui, Horóscopos… ¿Cuánto peso sobre sus espaldas debe soportar el ser humano?
En la actualidad, muchos se encuentran aplastados por tantos estímulos, aturdidos por los chirridos económicos, desorientados por los miles de propuestas y «verdades» ideológicas. Todo esto enloquece al hombre, lo altera, lo desestabiliza. Hoy muchos buscan métodos de meditación, de relajación y tranquilidad como el yoga, incluso tal vez tú lo hagas, pero sabes ¿qué opina la Iglesia católica de esto?
Es un asunto vidrioso hablar de yoga y fe cristiana; en un extremo resulta ser un tema polémico, pues con sólo nominar el término se sataniza y repela; en el otro, en cambio, hay quienes intentan «licuar», para hacer compatible ese estilo de meditación con el cristianismo, transformándolo en el llamado “yoga cristiano”. En fin…
Vamos a partir de la afirmación de que el yoga no puede valorarse simplemente como una sucesión de estiramientos, posturas o ejercicios físicos que ayudan al equilibrio corporal o a la relajación muscular. Para asimilar qué es el yoga, es preciso no desvincularlo de sus raíces, no cortar ese cordón umbilical que lo une al hinduismo, una religión muy diferente a la cristiana, que no solamente difiere en su concepción de la divinidad, sino del mismo ser humano y toda su dignidad. De hecho, la misma palabra «yoga» viene de la raíz yug, que significa “unir, juntar, conectar”, lo que equivaldría al término latino religio.
¿Una coincidencia? Creo que más bien, expresa el carácter inevitablemente religioso de esta práctica. Por eso es importante observar los términos y sus significados con precisión, para evitar malentendidos y sincretismos[1].
Distinguir para comprender
No hay dudas que la vasta mayoría de creyentes que practican el yoga es felizmente inconsciente respecto de su verdadera naturaleza y propósitos y que probablemente lo vea como «simple ejercicio». Pero en eso radica su mayor peligro. Cuando el yoga es reducido a una mera disciplina corporal, con poca o ninguna relación con sus fundamentos espirituales, corremos el riesgo de ser engañados sobre algo que puede tener mucho que ver sobre nuestro bienestar espiritual[2].
Como punto central -para el cristiano-, la oración es un camino de unión con Dios, una forma de «divinizar lo humano», de relacionarnos con un Persona que nos ama y a la que buscamos amar en un diálogo profundo.
El riesgo que corremos es hacer de nuestra vida de fe un «licuado de diversos elementos», un sincretismo peligroso, en donde nuestra felicidad o nuestra relación con Dios la hacemos depender de métodos y/o posturas sin las cuales no se podría alcanzar la meta.
Es imposible negar que asistimos a la proliferación de nuevas formas de espiritualidad. Como explica la Iglesia, algunas variedades de yoga, de zen o de meditación oriental y otras propuestas análogas de armonización entre meditación cristiana y técnicas orientales “deberán ser continuamente examinadas con un cuidadoso discernimiento de contenidos y de métodos, para evitar la caída en un pernicioso sincretismo”[3] .
Sin más rodeos aseguramos que el yoga, el reiki, el chamanismo, el tarot y la videncia, o la Nueva Era y similares son incompatibles con la auténtica espiritualidad[4] cristiana, por lo que es preciso distinguir claramente estas realidades de una genuina experiencia cristiana, que con la vida expresa lo que se cree.
¿Qué es el yoga?
Como dijimos al inicio, el yoga es una disciplina espiritual hindú y no solo posturas o ejercicios físicos. La palabra yoga deriva de la raíz sánscrita yuj que significa «unión». El objetivo del yoga es unir el yo transitorio (temporal) o jiva, con el (yo eterno) infinito o Brahman, el concepto hindú de Dios.
Este dios no es un dios personal, sino que es una sustancia impersonal espiritual que es «uno con la naturaleza y el cosmos». Brahman es una sustancia impersonal y divina que «impregna, envuelve y subyace en todo».
Sabiendo esto, podemos afirmar que el yoga no es únicamente un conjunto de posturas y ejercicios físicos, sino que es una disciplina espiritual que pregona llevar el alma al samadhi, es decir, a aquel estado en el que lo natural y lo divino se convierten en uno, el hombre y Dios llegan a ser uno sin ninguna diferencia.
También es importante saber que el yoga es panteísta y por lo tanto incompatible con el cristianismo. El panteísmoes aquella visión según la cual ese dios y el mundo son uno solo. En el hinduismo existe una realidad única y todo lo demás es una ilusión, es decir, el universo es entendido como una energía eterna, divina y espiritual, donde todos los entes que existen -incluyendo los humanos- son sus extensiones.
Por otro lado, en el cristianismo, a través de la revelación contenida en la Tradición y las Sagradas Escrituras se conoce la verdadera naturaleza del hombre como creación única de Dios hecho a su imagen y semejanza; y que ni el hombre ni el universo creados son divinos.
En el hinduismo, el bien y el mal son ilusorios, y por lo tanto, inexistentes. Mientras que, en el cristianismo, el pecado significa una transgresión de la ley de Dios y el rechazo de nuestro verdadero bien; además, es inseparable para nuestra fe porque es la razón por la que necesitamos un Salvador. La Encarnación, la Vida, la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Jesús son para los cristianos medios de salvación, es decir, para liberarnos del pecado y de sus consecuencias[5].
¿Se puede separar los beneficios para la salud que aporta el yoga de su aspecto espiritual?
Esta pregunta es engañosa y revela cierta ignorancia por parte de quien la formula. Es engañosa porque presupone que puede plantearse una separación entre las posturas físicas del yoga y su espiritualidad subyacente; revela ignorancia porque el cristiano practicante que la pregunta, muy probablemente no ha investigado previamente al yoga. Si lo hubiese hecho, debería haberse dado cuenta que es -en su verdadera naturaleza-, una práctica de la religión hindú.
Es un error creer que practicando yoga solo se conseguirán beneficios corporales sin ser afectado por su fundamento espiritual. Esto se debe a que el yoga no trata esencialmente de la relajación o la flexibilidad, sino de utilizar los medios físicos para un fin espiritual[6].
Tengamos presente que …
Para los cristianos, «la oración es un don de la gracia y una respuesta decidida por nuestra parte. Supone siempre un esfuerzo. Se ora como se vive, porque se vive como se ora. El que no quiere actuar habitualmente según el Espíritu de Cristo, tampoco podrá orar habitualmente en su Nombre. El “combate espiritual” de la vida nueva del cristiano es inseparable del combate de la oración» (Catecismo Iglesia Católica 2725).
Por tanto, para nosotros la oración es un combate que realizamos contra nosotros mismos y contra las «tentaciones»; sin embargo, en el yoga, la oración no es un combate contra ti mismo, sino que buscas la iluminación y la unión con el todo. Por otro lado, la oración cristiana tiene 4 grados: oración vocal, meditación, oración afectiva y contemplación. Pues bien, en el yoga no se dan estos 4 grados de oración. La meditación que realizamos los cristianos es diferente a las técnicas de meditación New Age como las que se proponen en el yoga pues nosotros meditamos en la Sabiduría de la Palabra de Dios (Salmo 119,9-16; 26-27; 55; 97; Lucas 2,19; Salmo 1,2).
«Yo soy el camino»
Finalmente, junto la Iglesia, madre y maestra creemos que: “Todo fiel debe buscar y puede encontrar el propio camino, el propio modo de hacer oración, en la variedad y riqueza de la oración cristiana enseñada por la Iglesia; pero todos estos caminos personales confluyen, al final, en aquel camino al Padre, que Jesucristo ha proclamado que es Él mismo” (cf. Jn 14, 6).
Diácono Juan Miguel Arreola
Referencias
¿Puede un cristiano practicar yoga como disciplina corporal? Un experto habla de su fin religioso. (2006). Catholic.net. https://es.catholic.net/op/articulos/3832/cat/224/puede-un-cristiano-practicar-yoga-como-disciplina-corporal-un-experto-habla-de-su-fin-religioso.html#modal
CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Carta a los obispos de la Iglesia católica sobre algunos aspectos de la meditación cristiana, 1989
CONSEJO PONTIFICIO DE LA CULTURA, CONSEJO PONTIFICIO PARA EL DIÁLOGO INTERRELIGIOSO, Jesucristo, portador del agua de la vida. Una reflexión cristiana de la New Age, 2003
Jiménez, V. P. (2019, 19 junio). ¿Es cierto que la Iglesia católica prohíbe hacer yoga? Desde la Fe. https://desdelafe.mx/opinion-y-blogs/preguntale-al-padre/iglesia-catolica-yoga/
Marina, D. L. (2016, 24 mayo). 5 claves para entender por qué el yoga es incompatible con el cristianismo. Aciprensa. https://www.aciprensa.com/noticias/claves-para-entender-por-que-el-yoga-es-incompatible-con-el-cristianismo-44662
[1] Cfr. https://www.biblia.work/sermones/que-dice-la-iglesia-sobre-el-yoga/
[2] Cfr. https://www.religionenlibertad.com/polemicas/21212/puede-un-cristiano-practicar-yoga-como-disciplina-corporal-un-experto-habla.html
[3] Cfr. CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Carta a los obispos de la Iglesia católica sobre algunos aspectos de la meditación cristiana, 1989, 12.
[4] El término “espiritualidad” que no solamente significar rezar o practicar algunas devociones; sino la vida toda del cristiano …
[5]Cfr. https://es.catholic.net/imprimir.php?id=62216
[6] Cfr. https://es.catholic.net/op/articulos/62216/cat/20/por-que-el-yoga-es-incompatible-con-el-cristianismo.html