La libertad para nosotros tiene un significado muy amplio, y esto conlleva numerosas obligaciones, no es simplemente hacer lo que queramos hacer y divertirnos; aunque algunos lo piensen así, al menos, por poco tiempo.
Libres para desarrollar los talentos
La libertad no puede ser considerada desde un punto de vista personal, ya que molestaríamos a los otros tratando egoístamente de perseguir nuestros deseos. La libertad es estar libre de ataduras y de explotación, es un estado en el cual podemos crecer y aprender, ser nutridos, en el que podemos desarrollar nuestros talentos y explorar la vida y el mundo. Eso es lo que queremos para nosotros mismos, para nuestras familias, nuestros amigos y vecinos, nuestro país.
La libertad se considera un derecho del ser humano y también un valor. Aparece en diversos ámbitos como en la filosofía, religión, ética y moral.
Límites de la libertad
El tema de la libertad y “ser libre” forma parte de la naturaleza humana, aunque no existe una libertad absoluta, ya que las personas se ven condicionadas por sus propias capacidades y el entorno. Se suele aceptar que la libertad individual se debe ejercer con respeto y responsabilidad moral. A pesar de que se trata de una de las características y derechos fundamentales del ser humano, la libertad en muchos casos se ve condicionada por factores externos que impiden la realización de la persona.
A pesar de conocer que la libertad es nuestra capacidad de elegir y decidir hacer las cosas y el cómo hacerlas, somos muy conscientes de que existen muchas limitantes que nos detienen y no nos permiten vivir este valor o derecho como tal, “libremente”. Hoy, lamentablemente, existe una muy mala definición o aceptación de esta palabra. ¿Por qué? En primer lugar, nos desenvolvemos en un mundo o sociedad que no se quiere regir por leyes, o por artículos, ya sea tanto promulgadas por un gobierno político o las instituidas por Dios; hoy todo individuo, laico o cristiano quiere hacer su propia definición de libertad. Y ¿esto qué implica? Somos tan individualistas y egoístas que sólo quiero que me suceda a mí, sin importar si me hago daño o no, o si daño a quienes están a mi alrededor.
Jesucristo da libertad
La libertad se hizo para vencer la esclavitud y la opresión y no sólo física sino también espiritualmente. Todo ser humano tiene ese derecho. El gran problema es que el significado de la libertad es tergiversado por el hombre, y es ahí donde suceden todos los acontecimientos que nos dividen y envuelven como sociedad e Iglesia, ya que en muchas ocasiones se hace de esta libertad un libertinaje, que obliga a afrontar las consecuencias o responsabilidades que son resultado de no saber interpretar la auténtica libertad.
Seamos una Iglesia y una sociedad en salida como lo dice el Papa Francisco: demos a conocer la verdadera libertad que Jesucristo nos trajo, transformemos nuestro ambiente y en cada lugar a donde vayamos dejemos nuestra huella. ¿Cómo lograrlo? Siendo como Jesús, a su imagen y semejanza, y dejando actuar al consolador, el Espíritu Santo.
Alondra Marisol Arreola González
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