Las calaveritas de don George 2020

Este año mis calacas
no son de tanta alegría,
pues la calaca tilica y flaca
nos hizo cambiar la vida.

Todo comenzó en diciembre
del año 2019,
cuando todavía en el mundo
caían lluvias de nieve.

 

Nadie se lo imaginaba
que fuera de tal magnitud,
lo que se nos avecinaba
era como un gran alud.


Procede del viejo continente
y nadie lo puede creer,
en China nació la fuente
de este macabro ser.

Viajó por todos los países
como si fuera algo importante,
en todas partes echó raíces,
fue algo desconcertante.

No lo pudieron parar
ni las potencias mundiales,
a todos vino a dañar
sin importar las edades.

Dicen que tiene corona,
pero de rey no tiene nada,
su trono son las personas
que se encuentran descuidadas.

En marzo tomo más fuerza,
en mi México querido,
la calaca venía dispuesta
a la vida quitarle sentido.

Llego con mucha violencia,
enfermando a mucha gente,
la calaca tan inhumana
siempre esperando paciente.

Nos pusieron en cuarentena,
que para poder rechazar
los ataques de la flaca
que a todos se quiere llevar.

Nos pusieron cubre bocas,
pero somos bien rebeldes,
no creemos ni en la llorona
aunque nos llore de frente.

A muchos ya se llevó,
directos al camposanto,
a otros los infecto
con ese virus macabro.

La calaca nos ha asustado
pero no nos ha vencido,
pues estamos todos luchando
contra el maldito coronavirus.

Los doctores y enfermeras
han luchado con su vida,
y a veces se desesperan
pues el pueblo los olvida.

Muchas familias lloran
y les invade la tristeza,
pues no supieron ni a qué hora
la calaca tocó a la puerta.

A pesar de tanta amargura
que nos trajo este virus mortal,
existe aún la esperanza
pues Dios jamás nos ha de olvidar.

Nos dicen quédate en casa,
para que evites el contagio,
pero eso si nos molesta
pues la calle es de más agrado.

Andamos encapuchados
para que la muerte no nos vea,
queremos pasar despistados
aunque la risa no se nos vea.

Detrás de la mascarilla,
escondemos muchas cosas,
tristezas, miedo y sonrisillas,
todo tapa el cubre bocas.

Ya nos hartó la pandemia,
ya queremos ser liberados,
la calaca está de fiesta
y nosotros desesperados.

Nos ha cambiado la vida
y todas nuestras actividades,
esta pandemia maldita
arrasó con todas las ciudades.

Dicen que ya la vacuna
está por venir al rescate,
deseamos que ya llegue una,
antes que nos lleve patas de catre.

Estas son mis calaveritas
que les comparto con mucho cariño,
espero que deveritas
nos queramos como niños.

Haz caso a las recomendaciones
que emite el sector salud,
si no vendrán las lamentaciones
por no cambiar tu actitud.

A desdichada calaca,
siempre te vamos a recordar,
cuando por tu ingrata culpa,
el coronavirus nos vino a amolar.

El sector salud ya no hace pruebas
pues se terminó el presupuesto,
y los gobernantes lo aprueban
pues ellos ya van por otro puesto.

Se abrieron todos los comercios
para reactivar la economía,
ahora si vamos más recio,
la calaca eso quería.

Ya mejor ya me despido,
les dejo mi corazón,
y antes que llegue la parca
me voy a cerrar el panteón.

Por: Jorge Moreno Olmedo.

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