La Virgen de Guadalupe insignia del movimiento de Independencia

2010, año de festejos

En el itinerario de la Independencia que en la pasada edición iniciamos en La Senda, en esta ocasión corresponde reseñar el año de 1810 y desmenuzar alguno de los hechos más relevantes de ese año crucial en el movimiento independentista.

1810

  • El 16 de septiembre Miguel Hidalgo encabeza un levantamiento armado en el pueblo de Dolores, en Guanajuato; Ignacio Allende, Mariano Abasolo y Juan Aldama lo acompañan. En tanto que en Atotonilco, en el mismo estado, enarbola el estandarte de la Virgen de Guadalupe como emblema del incipiente movimiento.
  • Doce días después, el 28 de septiembre, la Alhóndiga de Granaditas es asaltada por los insurgentes; en el hecho muere el intendente José Antonio Riaño y la ciudad es saqueada.
  • Casi un mes después, el 20 de octubre, en los pueblos michoacanos de Charo e Indaparapeo, Hidalgo se entrevista con José María Morelos y Pavón; este último es nombrado lugarteniente y recibe la encomienda de “levantar” la costa del sur.
  • El 30 de octubre tiene lugar la victoria insurgente en el Monte de las Cruces.
  • Los hermanos Galeana, Hermenegildo, Juan Pablo y José se unen al contingente de Morelos.
  • El 26 de noviembre Hidalgo entra a Guadalajara. En tanto que el 6 de diciembre en esa ciudad emite el decreto de la abolición de la esclavitud.

Estandarte de la Virgen: un emblema de distinción

La imagen de la Virgen de Guadalupe encabezó, como insigne estandarte, las luchas del ejército insurgente comandado por el cura Hidalgo. Podría decirse que las fuerzas se aglutinaron en torno a ella: el 16 de septiembre de 1810, en el pueblo de Atotonilco, el antiguo párroco de Colima y exrector del Colegio de San Nicolás Hidalgo en Morelia, tomó la imagen de la Virgen de Guadalupe que se encontraba en la sacristía del santuario y la puso en manos de sus soldados, como una guía cercana para todo el gentío que lo seguía.

La identificación del ejército que había logrado juntar el cura Hidalgo con la bandera de la insurgencia fue total: el apego de parte de los insurgentes al movimiento y su emblema se fundió en un solo motivo de lucha.

Restos de la batalla

Tras la toma, por parte del bando insurgente, de la ciudad de Guanajuato (el 28 de septiembre) y Valladolid –hoy Morelia– (el 17 de octubre), las fuerzas dirigidas por Miguel Hidalgo obtuvieron una victoria sobre los realistas en el Monte de las Cruces. Posteriormente, retornaron en su camino y en Aculco, el 7 de noviembre, sostuvieron un enfrentamiento con el ejército virreinal, que los derrotó dejándolos francamente diezmados.

Del campo de batalla, Manuel Perfecto Chávez, alias el Justicia, recogió, además de los muertos, heridos y armas, una bandera: el estandarte del ejército insurgente, la imagen de la Virgen de Guadalupe que, con un sentido del honor y la justicia, remitió a los vencidos y la hizo llegar a manos de Agustín de Iturbide. De esta manera pudo conservarse el lienzo. Lo acompaño este mensaje: “Lleva dicho oficial el estandarte oficial de los rebeldes, que se reduce a un cuadro al óleo de la Virgen de Guadalupe con las expresiones favoritas de la insurrección. Este cuadro ha sido arrancado de un marco, según manifiesta por sus extremos” (oficio fechado el 7 de diciembre de 1810 en Huichapan).

De casa en casa

El virrey Francisco Javier Venegas dispuso que la imagen se colocara en la parroquia de la Villa de Guadalupe, donde permaneció incluso tras la consumación de la Independencia. Sin embargo, en 1853, el presidente Antonio López de Santa Anna dispuso que el lienzo se llevara al salón de la Cámara de Diputados, pero el 12 de diciembre de ese mismo año lo reintegró a la Villa para que fuera restaurado. Al reverso de la imagen se escribió lo siguiente: “Esta santa imagen fue el estandarte con que proclamó la independencia, en el año de 1810, el señor cura Hidalgo”. Hacia 1895, por otra parte, al fundarse el Museo Nacional de Artillería, se llevó la pieza a esa institución. Más tarde el estandarte pasó al Museo Nacional de la calle de Moneda y de allí al Museo Nacional de Historia de Chapultepec, donde se conserva en la actualidad.

El estandarte presenta la siguiente leyenda: “Viva Santa María de Guadalupe”.

Jacinto Buendía

Fuentes:

  • Diccionario Porrúa de Historia, Biografía y Geografía de México
  • Apuntes de historia nacional 1808-1974, Silvio Zavala, Fondo de Cultura Económica
  • Breve historia del porfirismo 1876-1911, José C. Valadés, Editores Mexicanos Unidos
  • Diócesis de Tepic. http://www.diocesisdetepic.org.mx

 

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