Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad

¡No entiendo a mi hijo!

Eduardo es un niño de 7 años, que a menudo era reportado o suspendido de la escuela: la queja era que el pequeño jamás hacía caso de las indicaciones, que molestaba constantemente a sus compañeros, que decía groserías para referirse a la maestra, y que no podía estar quieto más de cinco minutos en su lugar.

Un día descubrieron que se metía a hurtadillas a la dirección a defecar al lado del sillón de la directora, que golpeaba a doña Lupita, la conserje de la escuela; en la lonchería orinó dentro del agua de cebada y escupió todas las tortas; no reconocía autoridad ninguna y siempre, tras hacer alguna travesura lo invadía la culpa y acababa llorando, sintiéndose sumamente mal por lo que había hecho; su autoestima estaba totalmente dañada, y no entendía por qué todos lo trataban como un mal niño e insoportable.

Los niños son activos por naturaleza: corren, saltan, juegan, trepan, bajan… en ocasiones se muestran incontrolables y otras veces, más tranquilos. Seguir su ritmo es todo un reto para los padres durante los primeros años de vida. Sin embargo, hay algunos niños que son más activos e inquietos que el resto. A éstos les cuesta más concentrarse en una sola tarea, en la escuela se muestran despistados o actúan sin tener en cuenta las instrucciones que les dan. Probablemente estos niños padezcan lo que se conoce como Trastorno por  Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Son pequeños normales, aunque requieren más atención y cuidados.

¿En qué se distingue el Déficit de Atención?

Es una alteración del comportamiento de origen neurológico, cuyo diagnóstico es complicado de definir sino hasta los siete años. Es más común entre los varones (3 ó 4 veces más que en las niñas).

Los síntomas básicos del TDAH son la falta de atención, la hiperactividad o impulsividad. Sin embargo, esto no quiere decir que todos los niños con déficit de atención sean hiperactivos, ni que esta condición los vuelva olvidadizos. Puede ocurrir que sólo tenga un síntoma o bien, la combinación de ambos.

Características de este trastorno

Las personas con TDAH tienen dificultad para prestar atención en la escuela, en la casa o en el trabajo. Pueden ser mucho más activos e impulsivos (o solamente uno de éstos) de lo que es usual para su edad.

Estos comportamientos contribuyen a causar problemas significativos en las relaciones, en el aprendizaje y en el comportamiento. Por esta razón, los niños que presentan TDAH algunas veces son vistos como difíciles o que tienen problemas de comportamiento.

El trastorno es común y afecta de un cuatro a un doce por ciento de los niños en edad escolar. Es más común en éstos que en las niñas, aunque ambos sexos pueden desarrollarlo indistintamente.

Los niños con este trastorno

Estos pequeños no fabrican suficientes sustancias químicas en áreas claves del cerebro que son responsables de organizar el pensamiento. Sin tener una cantidad suficiente de esas sustancias químicas los centros del cerebro que se encargan de la organización no funcionan bien. Esto causa los síntomas del TDAH.

Investigaciones muestran que el TDAH es más común en niños que tienen parientes cercanos con este trastorno. Estudios recientes también han ligado el uso del cigarrillo, alcohol, drogas o el uso de otras sustancias de abuso por parte de los padres, antes y durante el embarazo con el TDAH.

Síntomas

El niño con TDAH que es desatento tendrá seis o más de los siguientes síntomas:

  • Le cuesta trabajo seguir instrucciones.
  • Tiene dificultad para mantener su atención fija en actividades de trabajo o de juego en la escuela y en el hogar.
  • Extravía las cosas necesarias para realizar actividades en la escuela y en lcasa.
  • Parece que no presta atención.
  • No considera los detalles.
  • Parece desorganizado.
  • Tiene dificultad con las cosas que requieren planeación.
  • Es olvidadizo.
  • Se distrae con facilidad.

El niño con TDAH que es hiperactivo e impulsivo, o solamente una de estas características, tendrá al menos seis de los siguientes síntomas:

  • Es inquieto.
  • Corre o se trepa de manera inapropiada.
  • No puede jugar en silencio.
  • Responde sin esperar.
  • Interrumpe a las personas.
  • No puede estar sentado mucho tiempo.
  • Habla demasiado.
  • Siempre se está moviendo.
  • Tiene dificultad para esperar su turno.

Ayuda con otros profesionistas

Es de vital importancia que el tratamiento del TDAH sea de manera interdisciplinaria, en un esfuerzo conjunto de los padres del niño, profesores, psicólogos y médicos. Los niños que tienen TDAH tienden a necesitar más estructura y expectativas claras. La gran mayoría de ellos se benefician del proceso psicoterapéutico o de la terapia estructurada.

 El papel en la familia

Es recomendable que las familias, de igual forma, lleven un proceso terapéutico con un especialista en el manejo del comportamiento y los problemas del aprendizaje relacionados con el TDAH. El medicamento también ayuda a muchos que padecen el trastorno.

Puede ser difícil criar los niños que tienen TDAH, pues ellos pueden tener dificultad para comprender instrucciones. Los pequeños que están en un estado constante de actividad pueden representar un reto para los adultos.

Usted tiene que cambiar su vida un poco, para ayudarlo. He aquí algunas cosas que usted puede hacer para ayudar:

  • Establezca un horario.
  • Simplifique las reglas de la casa.
  • Asegúrese de que sus instrucciones sean comprendidas.
  • Premie el buen comportamiento.
  • Asegúrese de que su niño sea supervisado en todo momento.
  • Ponga atención cuando su niño esté alrededor de sus amigos o amigas.
  • Fije una rutina para hacer las tareas.
  • Concéntrese en el esfuerzo y no en las calificaciones.
  • Hable con los maestros de su hijo.

Interesarse en lo que pasa

Antes solíamos pensar que los niños podrían superar el TDAH. Sabemos que esto no es cierto en la mayoría de ellos. Los síntomas del TDAH con frecuencia desaparecen a medida que los niños crecen y aprenden a ajustarse. La hiperactividad se detiene por lo común en los años de la adolescencia tardía. Pero cerca de la mitad de los niños que tienen TDAH continúan siendo distraídos con facilidad, presentan cambios de humor, son malhumorados e incapaces de completar tareas.

Los niños que tienen padres amorosos que les brindan apoyo y que trabajan en coordinación con el personal de la escuela, con los profesionales de la salud mental y con su médico, tienen la mejor probabilidad de convertirse en adultos estables y funcionales socialmente.

Función de los maestros en la escuela

Hay que considerar el papel del maestro en la vida de estos niños; anotamos algunas recomendaciones para la labor de los docentes en el aula de clases:

–  Controlar el ambiente y el  orden en la clase, mantener una rutina y una previsión.

–  Organizar la clase. El niño debe situarse preferentemente en la primera fila, y hay que dirigirse a él con frecuencia para poder mantener su atención. Conviene organizar también el tema de los deberes: anotarlos siempre en el mismo lugar y asegurarse de que el alumno posea una copia.

–  Planificar los horarios. Conviene que las asignaturas más “fuertes” se den en horario matutino; intercalar espacios para el trabajo práctico y hacer pausas entre las distintas clases. El maestro deberá disponer de distintos recursos para centrar la atención de los alumnos, estableciendo un “código” o “señal secreto” para el alumno con TDAH que se pueda utilizar cada vez que se le vea distraído.

–  Adaptar las normas. Por ejemplo, mezclar de forma adecuada las tareas más motivadoras con las que lo son menos, autorizar el uso de la computadora a alumnos con poca habilidad motora, incluir prácticas organizadas sobre técnicas de estudio, utilizar refuerzos visuales en la instrucción oral y alternar las actividades para evitar el aburrimiento.

–  Inventar nuevas estrategias académicas.

–  Intervenir en la modificación de conductas, ofreciendo refuerzos positivos ante la conducta adecuada y refuerzos negativos ante la conducta inapropiada.

–  Contacto visual a cada momento; será un canal de comunicación del niño al maestro.

–  Hablarle por su nombre de pila. Esto le dará seguridad al pequeño.

–  Comunicación con padres, psicoterapeutas y médicos, a fin de dar un desarrollo óptimo al niño con profesionales multidisciplinarios.

Solución a un caso real de un niño con TDAH

Dando solución al ejemplo que se presentó al principio. A Lalo no sólo se le diagnosticó TDAH, sino que además desarrolló una comorbilidad (presencia de uno o más trastornos), con trastorno bipolar. Eduardo inició un tratamiento integral, en el que no sólo sus padres se comprometieron en el proceso, sino también sus maestros, familiares, pediatras, psiquiatras y psicoterapeutas; el trabajo en conjunto hizo posible que Eduardo, hoy, a sus 12 años de edad, esté cursando el primer año de Secundaria de manera satisfactoria, explotando todas sus potencialidades y recursos; continua su proceso terapéutico, además de contar con un autoconcepto óptimo para su sano desarrollo mental y físico, reconoce sus alcances y actualmente trabaja en saber reconocer sus momentos de euforia y melancolía, mantiene contacto con sus rutinas e incrementa su nivel de responsabilidad en un ambiente no culpabilizador, sino reflexivo y propositivo.

Psic. Irlanda Olmos Ríos 

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Comentarios al autor: psicoterapiaguestal@hotmail.com )

 

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