México se encuentra sentado en el banquillo de los acusados, tanto de la opinión pública nacional como mundial, a causa de diversos asuntos de inseguridad y violencia generados por un conflicto complejo que parece no tener fin, y al cual se le han agregado otros filos amenazantes.
La tarea de formar integralmente
En este contexto, el Rector de la Universidad del Valle de Atemajac, presbítero licenciado Francisco Ramírez Yáñez, solicita que se termine la violencia y se aplique la justicia; ha dicho: “Los lamentables sucesos que han alterado la paz social en diversas localidades del estado de Guerrero no son ajenos a los que siguen ocurriendo en varios estados de la República. Por lo mismo, la solidaridad social no puede ser selectiva; todo ser humano, en cuanto persona y ciudadano, debe ser objeto de atención y cuidado por parte de todos, comunidad civil e instituciones. Las instituciones educativas públicas y privadas debemos asumir la parte que nos corresponde en la exigente tarea de formar integralmente a los hombres y a las mujeres que contribuyan a transformar a nuestro país y lo confirmen en el camino del progreso, de la igualdad de oportunidades y de la justicia, sin lo que no puede haber una paz duradera”.
Líderes y ciudadanos por la paz
En estos momentos de zozobra, el Santo Padre Francisco ha dirigido una carta pontificia a Tony Abbott, primer ministro de Australia y quien presidió la Cumbre de los Jefes de Estado y de Gobierno de 20 países (G-20) que tuvo lugar el 15 y 16 de noviembre en Brisbane; esto se precisó en el Vatican information service: ‘”Quisiera pedir a los Jefes de Estado y de Gobierno del G-20 que no olviden que detrás de estas discusiones políticas y técnicas están en juego muchas vidas y que sería lamentable que tales discusiones se quedasen solo en declaraciones de principio… En el mundo, incluso dentro de los países pertenecientes al G-20, hay demasiadas mujeres y hombres que sufren a causa de la desnutrición severa, del crecimiento en el número de desocupados, por el altísimo porcentaje de jóvenes sin trabajo y por el aumento de la exclusión social que puede desembocar en la actividad criminal e incluso, en el reclutamiento de terroristas”.
Situación difícil en la cual se requieren convicción y visión, por encima del fango en el cual se desarrollan diversas responsabilidades nacionales, las instituciones de educación superior tienen el deber de estar atentas sin ensuciarse, siempre con un proyecto de largo alcance en su calidad educativa que nos lleve constantemente a la reflexión obligada. Atender este propósito es el llamado en el mensaje de nuestro rector: “Reservándonos la esperanza como valioso baluarte, en la Universidad del Valle de Atemajac no podemos sino expresar nuestra viva indignación ante los testimonios públicos de hombres carentes del menor humanismo… ciertamente es así que vienen operando estas organizaciones delincuenciales… Ha llegado el momento de asumir, con mayor empeño, nuestro compromiso ciudadano en favor de la paz y de la justicia, de tal modo que se destierre toda impunidad y se erradique este prolongado clima de violencia e incertidumbre”.
Mtro. Luis Ignacio Zúñiga Bobadilla
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