El 12 de agosto celebramos el Día Internacional de la Juventud. En México, quizá no haya mucho que festejar, pues el desempleo y el no poder cursar estudios profesionales son dos de los principales problemas que aquejan a los jóvenes, aunados a una serie de factores que van en detrimento de su calidad de vida
El panorama que tiene ante sí la juventud en México es difícil: desempleo, falta de oportunidades, de educación profesional, abandono de la escuela por problemas económicos. Mientras que 35 por ciento de la población es joven, 70 por ciento de éstos no se identifican con ningún tipo de liderazgo y sienten que el futuro no es esperanzador. Esta realidad no encierra una visión pesimista, sólo son cifras que el Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ) dio a conocer hace apenas un mes, revelando los ideales y la situación de los jóvenes en el país.
Según la Encuesta Nacional de la Juventud, la educación, la migración y la falta de oportunidades en el campo del empleo, son los problemas que más acechan a este sector de la población y, además, los que a ellos más les preocupan.
Educación, el gran problema
Según un estudio realizado por la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, uno de cada tres jóvenes mexicanos carece de acceso a la educación, derecho que no podrá alcanzar tampoco durante los próximos diez años, lo que coloca a México como uno de los países que ofrecen poca calidad de vida a la juventud. En este sentido, el Subdirector de Investigación del Instituto Mexicano de la Juventud, José Luis Maldonado, ha señalado: «A este panorama se suma una época de devaluación educativa, pues al existir tanta oferta ante tan poca demanda las empresas buscan a jóvenes especializados en alguna materia, lo que los envuelve en un círculo vicioso, pues hay muchos que tienen una licenciatura, pero pocos especializados». Además, la Encuesta Nacional de la Juventud revela que 30 por ciento del total de jóvenes que desertan de la escuela, lo hacen porque creen que ésta no les aportará los elementos suficientes para poder desarrollarse en el mercado laboral. Los que deciden quedarse y concluir una licenciatura, al término de ésta sus expectativas de independencia familiar son muy cortas, pues no poseen el escenario ideal para mantenerse por su cuenta. Cuatro de cada diez jóvenes abandonan los estudios escolares a partir de los 15 años, y 50.7 por ciento de los jóvenes nunca ha pensado en dejar la casa paterna, esgrimiendo como razón fundamental que se vive a gusto con sus papás, según datos del IMJ. «Los jóvenes han alargado su permanencia en la casa paterna porque, a pesar de que tienen mayores destrezas para enfrentarse a la independencia, no cuentan con facilidades para comprar una casa o no tienen el empleo ideal y bien remunerado que les permita volar del nido», recalcó José Luis Maldonado.
Y ahora, ¿en qué trabajo?
Otro de los problemas graves que enfrenta la juventud es el desempleo. Todo comienza y termina con la pobreza: México tiene 34 millones de jóvenes, y 15 de cada 100 viven con carencias económicas que los mueven a buscar trabajo cuando recién cumplen los 16 años.
De los que se desencadenan los fenómenos de deserción escolar y falta de preparación profesional para obtener un empleo bien remunerado. Como no encuentran empleo o por cuestiones de migración, 17 de cada 100 connacionales deciden irse a Estados Unidos, abrigando la esperanza de obtener un buen trabajo. Pero la realidad les sale al paso: perciben salarios 30 por ciento menores que los que perciben sus similares mayores de 25 años, que de por sí, por su condición de advenedizos, reciben sueldos más bajos que los ciudadanos y los nacidos en aquel país.
En efecto, miles de jóvenes mexicanos piensan en la migración como una solución al desempleo. Y no sólo aquellos que no son profesionales, también los profesionistas: según una encuesta del OCC Mundial.com, al menos 82 por ciento de los profesionistas mexicanos estaría dispuesto a migrar a Estados Unidos en busca de un mejor empleo, y 17 por ciento estaría dispuesto a hacerlo de manera ilegal. De acuerdo con la encuesta, para 33 por ciento de quienes estarían dispuestos a migrar, la principal razón sería «encontrar mayores oportunidades de desarrollo»; para el 31 por ciento, «obtener mayores ingresos» y para 29 por ciento, «tener una mejor calidad de vida».
«Una política juvenil»
Ante el negro panorama que atraviesa la juventud mexicana, la directora del Instituto Mexicano de la Juventud, Isabel Priscila Vera Hernández, en entrevista para La Senda, aseguró que la apuesta del gobierno de Felipe Calderón es por los jóvenes, por lo que se ha puesto en marcha una auténtica política juvenil, sobre todo en los rubros del empleo y la educación: «Para este gobierno, formar a las personas para el empleo es de fundamental importancia, y ello implica no sólo facilitar su acceso a la educación, sino, sobre todo, motivar su capacidad emprendedora y su empleabilidad, la cual hace referencia a un cúmulo de aptitudes y actitudes de la persona, acorde con las necesidades del mercado del trabajo».
Vera Hernández, reconoció también que el gran «talón de Aquiles» para América Latina y México, es el de la educación, su cobertura y calidad. Pero, entre éstas, cobra particular importancia en nuestros días la educación media superior, pues es el nivel en el que se presenta mayor grado de deserción escolar, «y coincide con el inicio de vida productiva de la mayor parte de los jóvenes en nuestro país», agregó.
«Es por eso que el Presidente Calderón tiene como prioridades centrales de su gestión, elevar la calidad y la cobertura educativas, pero también reforzar el vínculo entre oferta educativa y mercado laboral, en función de las demandas productivas del país», abundó la funcionaria.
¿Jóvenes o ancianos?
No se puede ser joven por siempre. Según la tabla demográfica en la actualidad hay más jóvenes que ancianos en México; sin embargo, la tendencia se inclina hacia el envejecimiento, es decir, llegará el día en que haya más viejos que jóvenes. Esta situación nos obliga a reflexionar sobre algunos aspectos interesantes, por ejemplo, ¿qué tanto se preocupan los jóvenes por los viejos? ¿Hay una cultura del envejecimiento entre nosotros?
Aparentemente, los jóvenes de ahora tienen mucho más posibilidades de una mejor vida que las que tuvieron sus padres. Mas veamos la realidad: los jóvenes tienen más estudios que los que pudieron hacer sus padres, pero triplican la tasa de desempleo. Se relacionan mejor con la tecnología que los adultos; sin embargo, les siguen cerrando las puertas laborales porque no tienen experiencia. Están más preparados, pero se les dificulta independizarse y permanecen hasta edades adultas en la casa paterna. Son el sector de la población que menos se enferma; no obstante, se enfrentan a situaciones de alto riesgo como accidentes, adicciones, enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados. Son los que mejor se adaptan a los cambios y por ello inflan año con año la tasa de migración. Se trata de las principales contradicciones entre el mundo joven y el adulto.
Breves de la encuesta
La última encuesta del Instituto Mexicano de la Juventud revela datos interesantes, como su fe hacia la familia y a la Iglesia. Presentamos algunos datos sobresalientes:
En términos reales, los jóvenes que estudian ascienden a 49.7%. Por grupos de edad, la deserción o abandono escolar se da a partir de los 15 años.
Casi la mitad se siente muy satisfecho con el nivel de estudios que tiene (44.5%).
Los jóvenes, en mayor proporción, deciden sobre su propio futuro laboral; las mujeres deciden más que los hombres, por iniciativa propia, comenzar a trabajar.
En general, los jóvenes tardan entre uno y tres meses en conseguir su primer empleo (49.2%).
Los jóvenes no cuentan con un contrato en su primer trabajo (71.8%), a pesar de que 57.8% de ellos labora diariamente más de ocho horas.
A una gran mayoría les gusta su trabajo (86.8%), más a los hombres que a las mujeres, pero tienen una amplia preferencia por su labor.
Los jóvenes evalúan positivamente su estado de salud: 87.4% de ellos afirma que están bien o muy bien en términos generales. Sólo 1% dice que su salud es mala o muy mala.
Los embarazos entre los jóvenes se dan fundamentalmente después de los 20 años de edad.
Los jóvenes también pudieron calificar la credibilidad en ciertas instituciones. La familia es la institución mejor calificada, seguida de los médicos con 8.5 y la escuela, con 8.3. Las instituciones y personajes calificados con menores niveles son la policía, los partidos políticos y los diputados federales.
Arnold Omar Jiménez Ramírez