¿Te has enfermado alguna vez? ¿Has experimentado la enfermedad de un ser querido? ¿Hay en tu familia o amigos alguna persona con una enfermedad crónica degenerativa? ¿Has sentido la desesperación o frustración de no poder hacer mucho?
En nuestra vida cotidiana muchas veces muy amena, pero también a la vez muy dura, muchas de las personas más vulnerables son los enfermos, que con sus limitaciones tienen que afrontar los mismos retos que una persona sana. El deterioro de las mismas fuerzas y facultades propias, así como el desgaste económico y social, no sólo es algo que padecen aquellos que están luchando a diario por mejorar su salud, sino también sus familiares y aquellos que en su labor sanitaria buscan ayudarles.
En torno a esta realidad humana que es la fragilidad de la enfermedad; la comunidad católica desde hace 28 años, ha celebrado una “Jornada Mundial por el Enfermo” el día 11 de febrero de cada año, en la que encabeza el líder de la Iglesia Católica el Papa Francisco. El cual hace un llamado a todos aquellos que están cansados y agobiados por la enfermedad, a recordar que no están solos y que en Jesús pueden encontrar el descanso y el alivio que tanto anhelan y necesitan, expresado en la cita bíblica: «Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré» (Mt 11,28),misma que es el slogan de esta jornada numero 28 del presente año.
El Santo Padre expresa también que Jesús mismo experimentó la debilidad y el sufrimiento recibiendo del Padre Dios, consuelo y fortaleza; solo quien experimenta en primera persona podrá dar consuelo a otros; es necesario además de los tratamientos, el apoyo, atención, acompañamiento en una palabra amor autentico.
Continua diciendo el Papa Francisco a todos los enfermos que encontrarán en la Iglesia un lugar de descanso y acogida, “posada del buen samaritano”. Puntualiza y realza la importancia de todos los agentes sanitarios que son actores esenciales del restablecimiento de la salud, haciendo necesaria la humanización de los mismos para mayor efectividad de su misión, señalando que todos por su vulnerabilidad humana también han experimentado la enfermedad a ellos les dice «Una vez recibido el alivio y el consuelo de Cristo, estamos llamados a su vez a convertirnos en descanso y consuelo para los hermanos, con actitud mansa y humilde, a imitación del Maestro» (Ángelus, 6 julio2014).
En la Diócesis de Tepic, en este 11 de febrero del 2020 [o en torno a esta fecha], se organizarán misas de unción de los enfermos, con el objetivo de que todas las personas vulnerables por la enfermedad sientan el amor misericordioso de Jesús de Nazaret por medio de actos, gestos y acciones concretas de compasión, solidaridad y empatía ante su realidad de sufrimiento y enfermedad.
MARÍA, SALUD DE LOS ENFERMOS
Oh Madre de misericordia,
acudimos a tu maternal corazón
en las horas de la enfermedad y el sufrimiento
para pedirte que derrames a manos llenas
el tesoro de tu misericordia sobre nosotros.
Indignos somos de que nos escuches:
pero jamás se ha oído decir que los que han acudido a Ti
hayan sido abandonados.
Escucha la oración de los enfermos
que recurren a ti con la certeza
de encontrar una Madre
que los acoge, cura y conforta.
Madre del Salvador y Madre nuestra,
intercede ante tu Hijo para que nos auxilie
en nuestras enfermedades físicas, psíquicas y espirituales.
Te pedimos transformar nuestras lágrimas en oración,
nuestros sufrimientos en momentos de crecimiento,
nuestra soledad en contemplación
y nuestra espera en esperanza.
Amén.