La formación sacerdotal es una responsabilidad compartida
El domingo 17 de agosto tuvo lugar el acto de apertura oficial del curso escolar 2008-2009 del Seminario Diocesano de Tepic, en el salón anexo a la Catedral, encabezado por Mons. Ricardo Watty Urquidi, Obispo de Tepic y por el Rector del Seminario, Padre Javier Santiago. En la ceremonia estuvieron presentes todos los seminaristas, maestros y formadores de las tres casas del Seminario (Mascota, Jalisco; Ixtlán y Santa María del Oro, Nayarit).
Como auténtica familia
En el mensaje de bienvenida, el Padre Santiago dijo: “En el Seminario queremos vivir y trabajar como una auténtica familia, para que de aquí surjan los nuevos pastores que necesita la Iglesia, y en particular nuestra diócesis”. El sacerdote destacó que en este año se pondrá especial atención en darle más fuerza a las cuatro áreas de formación (humana, espiritual, académica y pastoral), y en especial se hará un proyecto de espiritualidad que ayude a los alumnos a configurarse como auténticos discípulos de Jesús.
La esperanza en las vocaciones
El curso escolar fue formalmente inaugurado por Mons. Watty Urquidi: “Me lleno de esperanza porque han aumentado los grupos del Seminario Menor, el Curso Introductorio y el Seminario Mayor; y me lleno de esperanza también porque se van dando algunos cambios necesarios para ir descubriendo una mejor formación para los seminaristas”. En la tarea de formar pastores, apuntó el Obispo, se requiere una responsabilidad muy personal de cada uno de nosotros, pero también una corresponsabilidad, puesto que, como Iglesia, como Presbiterio, todos somos corresponsables de la identificación de cada quien como sacerdote.
Formarse para responder a los retos
La primera lección, conocida en el ambiente eclesiástico como la Lectio brevis, corrió a cargo del Padre José de Jesús Hernández, licenciado en filosofía, quien expuso la tarea que ha de desempeñar el filósofo en el mundo actual: asumir, primero, una actitud analítica, crítica, comprometida y propositiva de cara a la sociedad que enfrenta los retos de un mundo globalizado; y por ende, los seminaristas que dedican tres años de su formación sacerdotal deben responder a ese reto.
Salir al mundo
El padre Rector, en entrevista exclusiva para La Senda, señaló que uno de los cambios que experimentará el Seminario Diocesano será el que, a partir de este curso escolar, al año de formación, conocido como “Confrontación vocacional” (año intermedio entre las etapas de Filosofía y Teología), se le llamará “Año de pastoral”; hasta el curso pasado, los seminaristas que salían a su confrontación vocacional pasaban seis meses con su familia y los otros seis meses en una experiencia de trabajo en algunas de las comunidades; mas a partir de este curso, el ahora llamado “Año de pastoral” será una experiencia que los alumnos vivirán involucrándose en la vida y trabajo pastoral de las parroquias.
En cercanía con el Obispo
“En cuanto a la experiencia de quinto año de Teología, Mons. Watty ha pedido que los muchachos, que ya están próximos a recibir el Orden Sacerdotal, mantengan una cercanía con él, por ello cursarán el año en Tepic, para que él pueda conocerlos y tratarlos de cerca. Estarán de forma individual en alguna parroquia, donde el párroco podrá ayudarles a salir de la vida de seminaristas y a introducirse en la vida sacerdotal”, dijo el Padre Javier Santiago.
Patricia Valdez