El 30-40% de las IAAS (infecciones asociadas a la atención sanitaria), tienen un foco urinario.
Existen factores intrínsecos que agravan las infecciones por sondaje vesical; estas son:
- Edad avanzada
- Insuficiencia renal
- Diabetes Mellitus
- Inmunodepresión
- Género (en las mujeres existe más riesgo que en hombres).
Datos clínicos indicadores de una infección vesical
- Fiebre continua o intermitente
- Escalofríos
- Hipersensibilidad en flanco izquierdo o supra púbica
- Cambios en la característica de la orina.
- Deterioro mental
SE DEBE DE CUIDAR EN TODOS LOS MOMENTOS EVITAR LA CONTAMINACIÓN DE LA SONDA
MANTENIMIENTO:
- Higiene diaria de genitales y vigilar la presencia de uretritis, sangrados o alguna secreción anormal en uretra.
- Mantenimiento del sistema cerrado, en caso de desconexión accidental reemplazarlo en su totalidad.
- Mantener la bolsa recolectora por debajo del nivel de la vejiga para evitar el reflujo de la orina, evitar el contacto de la bolsa con el piso, y mantener el tubo de drenaje a favor de la gravedad para evitar sedimentación de la orina. De lo contrario, lo anterior nos podría conducir a la migración de las bacterias por la uretra pudiendo llegar hasta el riñón y agravarse.
- Se debe realizar el lavado de manos antes y después de tener contacto con el sistema de drenaje urinario.
- Se debe de drenar la bolsa recolectora antes de que rebase el 75% de su capacidad.
- Se recomienda realizar el cambio de sonda de látex a los 14 días de instalada y a los 30 días si fuese una de silicón.
RETIRO
- Retirar la sonda tan pronto como ya no sea necesaria.
- Vigilar, informar y documentar sintomatología correspondiente a IVU (Infecciones de las vías urinarias)
- Es importante realizar antes de su retiro ejercicios vesicales para evitar en la medida de lo posible la incontinencia urinaria.
Escrito por:
Lic. Cristian Polanco
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