Queridos hermanos, el evangelio del segundo domingo del tiempo ordinario nos narra el primer milagro de Jesús, cuando, en las bodas de Caná, convierte el agua en vino, por intercesión de María. Quisiera que recalcáramos algunos elementos:
El evangelio nos dice que había una boda en Caná y fueron invitados Jesús, María y los discípulos; luego les faltó el vino, María se da cuenta de esto y acude a su hijo solicitando que ayudara a los novios; Jesús le dice: “no ha llegado mi hora”, lo que significa que no ha llegado la hora en que Él va a entregar su vida.
Me decían cuando estuve en Palestina, uno de los estudiosos, que era una palabra más que reprensiva, de mucha cortesía, lo que Jesús le dice a María: “¿qué quieres que haga?” y la Virgen inmediatamente capta y les dice “hagan lo que Él les diga”. María ocupa un lugar muy importante en la vida de Cristo y en nuestra vida; su primer milagro lo hizo por petición de María y ella siempre nos lleva a Cristo.
Inmediatamente los que estaban sirviendo llenaron las tinajas de agua, luego Jesús les dijo que se las llevaran al encargado de la fiesta, éste lo probó y dijo: “todos sirven primero el vino mejor y después, cuando han bebido, el corriente, tú en cambio has dejado el mejor vino para ahora”. Jesús hizo su primer milagro y nos dice que así manifestó su gloria y los discípulos creyeron en Él.
¿Quién es Jesús? Es el esposo. Con esta imagen de una boda también nos va a hablar después de una gran fiesta, de una gran boda, en que Cristo viene a desposarse con la humanidad, con la Iglesia, Cristo el esposo y en esta Iglesia debe haber abundancia, fiesta, como en una boda.
Así es el reino de Dios, una fiesta, una alegría, donde debe haber abundancia de comida, de fiesta, de vida plena, pero sobre todo poner nuestra confianza en el Señor y también en la Virgen María.
Nosotros en la Diócesis de Tepic vamos a celebrar 375 años de la renovación milagrosa de la imagen de nuestra Señora del Rosario de Talpa, y tenemos como lema: “Hagan lo que Él les diga”. Sí, si nosotros hacemos lo que Jesús nos dice nunca fallaremos, seremos felices.
La bendición de Dios Omnipotente: Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca para siempre. Amén.
+ Mons. Luis Artemio Flores Calzada
Obispo de la Diócesis de Tepic
II Domingo Ordinario.
Isaías 62, 1-5: “Como el esposo se alegra con la esposa”.
Salmo 95: “Cantemos la grandeza del Señor”.
I Corintios 12, 4-11: “Un solo y el mismo Espíritu distribuye sus dones según su voluntad”.
San Juan 2, 1-11: “El primer signo de Jesús, en Caná de Galilea”.