En este mes se lleva a cabo una festividad polémica, nuestros niños y adolescentes la celebran en su contexto académico y sus grupos de pares: el día del Halloween (31 de octubre). Se celebra una fiesta a muertos y demonios año tras año, y algunos se dejan llevar por ella; muchos acuden a lugares recreativos para experimentarla, los antros, por ejemplo. Gran parte de las personas que la festejan utilizan sustancias para intoxicarse y amenizar la noche. Se ve a niños pidiendo dulces casa por casa siguiendo un ritual que muchos probablemente no saben de dónde proviene ni cuál es su significado, y padres que fomentan el festejo ayudándoles a realizar sus trajes de fantasmas, demonios, brujas, etcétera.
Fiesta importada
Muchos de quienes celebran esta fecha desconocen su origen, pues no es nativa de México, de tal forma que niños y adolescentes imitando la cultura del país vecino se divierten e incurren, muchas veces, en el consumo de sustancias. Poco se sabe que el festejo proviene 300 años antes que Jesús naciera. Los celtas habitaron las Islas Británicas, Escandinava y Europa Occidental. Su gobierno estaba controlado por una sociedad de sacerdotes paganos llamados druidas. Estos alababan y servían al dios de la muerte Samhain. Y literalmente controlaban la vida de las personas a través de un mecanismo de temor, muerte, enfermedades y destrucción. Cada año, el 31 de octubre, los druidas celebraban la noche del Samhain, mejor conocida como el Festival de la Muerte, reconocido actualmente por practicantes contemporáneos.
Los druidas iban de casa en casa demandando todo tipo de comidas extrañas para su propio consumo y para ofrecerla después en dicho festival. Si la gente se negaba a sus demandas hablaban de una maldición demoníaca sobre el hogar, y se dice que alguien de esa familia moría en el transcurso del año.
Con el paso del tiempo la gente no dejó sus ritos paganos ni dejó de alabar a los demonios. Lo que fue en un principio sigue siendo: Halloween es un día que promueve lo oscuro y la muerte.
Excesos por esta fiesta
No son aceptables el vandalismo o los sucesos negativos derivados del festejo en México. Resulta peligroso que algunas reuniones de este tipo incluyan actos de violencia y consumo de drogas. Es observable que hay jóvenes, cuya mayoría bajo el efecto de alguna droga como alcohol, cocaína, marihuana, heroína, alucinógenos, para intensificar el furor se apartan de la realidad y nulifican su capacidad para elaborar juicios que les permitan frenar conductas de riesgo o delictivas, y por consiguiente actúan desordenadamente provocando accidentes y riñas en las calles y problemas con la autoridad y en sus casas incluso.
La clave: prevención
Vivimos en una cultura donde se asocia el festejo con el consumo de alguna droga y la diversión, esto lo podemos ver en noticieros. Las personas se reúnen en antros, discotecas y bares, entre otros lugares, nada más para ingerir bebidas alcohólicas y una vez intoxicados provocan y sufren accidentes viales, que resultan en muertes y daños a terceros.
Recordemos que si la festividad no incluye supervisión o en su caso se consumen sustancias puede resultar peligrosa para todos, incluidos los seres queridos.
Centros de Integración Juvenil, AC
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