Familia y libertad: En tus manos está construir la civilización del amor

 

¿Somos libres? ¿Te consideras libre? ¿En tu hogar se vive en libertad?

 

La libertad se realiza en el bien

Comúnmente se entiende por libertad la capacidad de elegir entre lo bueno y lo malo, pero esta manera de verlo nos lleva al hecho de que la elección del mal te esclaviza, por lo tanto, no es libertad. Una definición que considero más certera es: libertad es la capacidad de elegir lo mejor de entre lo bueno. La libertad verdadera procede y se realiza en el bien; lo contrario es la esclavitud, ya sea externa o interna, la cual procede de optar por las seducciones del egoísmo. Ejemplo de libertad: la relación de pareja en el amor, donde se vive el bien común por convicción y dedicación libre de los dos. Ejemplo de esclavitud: relación de pareja por apego emocional, en una codependencia destructiva, ¿dónde está el bien común? ¡No existe! Cada quien ve por sus intereses egoístas aún dañando a quien dicen amar, siendo violentos física o psicológicamente… ¡Y en este tipo de relación pueden durar por años!

Si viviéramos conscientes de que libertad es la capacidad de elegir de entre lo bueno lo mejor, ¿puedes imaginar todas las cosas que no elegiríamos? Lo que nos daña sería rechazado por la humanidad… tendríamos un mundo mucho mejor. El gran engaño es que vemos el optar por lo dañino como algo que nos puede hacer sentir bien… cambiamos el estar realmente bien por el “sentir bien”, ¡y desde pequeños lo vamos programando! Ejemplo claro es cuando a los niños se les da comida chatarra especializada en sabores y no en nutrición, el pequeño termina prefiriendo estos alimentos tóxicos que los que realmente lo nutre… ¡esto es ya ser esclavo! Con lo anterior podemos darnos cuenta de que una de las maneras más poderosas con las que el ser humano pierde su libertad está en buscar sentirse bien como algo más importante que estar realmente bien. Esto perjudica profundamente a la persona misma, a la familia, a la sociedad y a la humanidad. ¿Cómo es que desde el inicio de la humanidad no hemos aprendido la lección? “Toma de este fruto y te sentirás como Dios”… y de ahí la pérdida de la libertad.

 

Hogares que esclavizan

Enfocándonos en la familia analicemos cómo existen muchas actitudes basadas en lo escrito anteriormente, ejemplos: al perezoso le es más agradable gozar de no hacer nada (aún sabiendo que le perjudica) que desarrollar una personalidad laboriosa, y si alguien (padres o pareja) le promueve ser productivo tomará esto como un ataque a su libertad; el esposo que se molesta con su esposa e hijos cuando le piden que ya no ande de parranda y con falsas amistades, defenderá su supuesta libertad aún con violencia; la esposa que desea sentirse más joven liberada que señora de su hogar (esposa y madre), defiende aún con chantajes y mentiras el salir con sus “amigas” promotoras de alcoholismo y promiscuidad sexual, pues esto lo considera como parte de su libertad; esos hijos adolescentes que defienden aún violentamente su alcoholismo y drogadicción, amistades destructivas y actividades ilícitas, todo intento de sus padres y personas que los aman de hacerles ver que van por camino equivocado lo toman como que no los dejan vivir su libertad. El tener esta actitud es no querer soltarse de las cadenas que los están destruyendo.

Hombre de “parranda”, ¿destruirte, engañar a tu esposa e hijos, ser esclavo del alcohol, ser manipulado por tus “amigos”  y destruir a tu familia, es tu libertad? Mujer “liberada” ¿alcoholizarte, ser influenciable por “amigas” tóxicas, engañar y ser sexualmente usable por quien solo se desahoga en ti sin que le importe tu dignidad, el bienestar de tus hijos y el  respeto a tu marido que aún cree en ti, es ser libre? Adolescente, jóvenes, ustedes aún no han perdido la libertad que muchos adultos sí perdieron por haber caído en las trampas de una vida social dirigida por la cultura de la muerte; es por esto que en su naturaleza está aún viva la rebeldía en pro de causas justas y en contra de la injusticia. ¿Qué hace la diferencia entre la verdadera independencia y el logro de la libertad y la manipulación personal y social disfrazada de independencia y lucha por la libertad? La historia está llena de independencias que son nuevas esclavitudes.

Continuamos siendo esclavos de egoísmos disfrazados de muchas cosas que aparentan ser necesarias, pero que son parte de las cadenas que quitan la libertad al ser humano. Algunos ejemplos: el dinero, todos suponemos que es para una mejor organización social, lo vemos como algo sin lo cual no podemos imaginarnos viviendo una vida en sociedad… La realidad es que nos hemos convertido en esclavos del dinero, a tal grado de que, sobre todo en las ciudades, si no lo tienes te quedas sin comer… ¡Cuántos años tiene el ser humano en la tierra y no hemos superado esto ni otras cosas básicas! … Nos hemos dejado esclavizar por un sistema mercantilista (investiga sobre la obsolescencia programada, como ejemplo). Dios nos da semillas para cosechar buenos frutos y alimentarnos, pero preferimos consumir alimentos tóxicos pero con “buen sabor”… ¿Te das cuenta cómo han aumentado los casos de enfermedad provocados por tóxicos que ahora vienen en lo que comes?

 

“Jesús, camino, verdad y vida”

¡Podemos sentirnos bien y estar bien! Si podemos hacer cosas que nos hacen sentir bien y nos ayudan a estar bien hemos encontrado la fórmula de vivir y de disfrutar la libertad: el esposo que goza de ser sincero, fiel, responsable y leal a su familia, ¡cuánto bien se hace y hace a sus seres queridos! y testimonia que desea vivir libremente y del triunfo del bien en su caminar; la esposa que goza de ser ternura, paz, comprensión y respeto para el buen marido que supo elegir con sabiduría, es testimonio inigualable para sus hijos del bien que procede del amor; los padres de familia que, aún en las adversidades, gozan de nutrir física y espiritualmente a sus hijos, orientándolos en vivir su libertad en la toma de buenas decisiones, respetando y apoyando el buen camino que han elegido, tendrán un agradecimiento eterno de sus hijos, de Dios y consigo mismos; los hijos que no caen en la trampa de creer que la libertad es optar por los caminos autodestructivos, darán gran alegría a sus padres al construir su vida gozando sus talentos y fortaleciendo sus virtudes para el bien común.

Algunas cadenas que esclavizan al ser humano al hacernos depender obsesivamente de ellas son: egoísmo ¿piensas sólo en tu “bien”?; lujuria, ¿vives una sexualidad sin amor?; fanatismo, ¿pierdes tu identidad, creencias, amistades, familia, dinero, dejándote manipular por sectas y agrupaciones entrenadas para el manejo emocional?; activismo laboral, ¿desgastas más tu vida por el trabajo que por tu familia? (esto cambia cuando pierdes a tu familia o te desechan de tu trabajo). El temor es uno de los más fuertes eslabones de la cadena de esclavitud, actualmente es promovido en las noticias y en los medios de comunicación: crisis financiera, religiosa, social, en la salud, en la familia, educativa, política, etcétera. El ser humano atemorizado es fácilmente manejable: temor evidente en la mujer maltratada dependiente del marido; el esposo con mamitis, temeroso de sus responsabilidades; comunidades con dependencia paternalista que no se atreven a ser autosuficientes. San Juan Pablo II nos dijo, “No tengáis miedo”.

¿Puedes reconocer otros eslabones de esclavitud? La libertad nos da un camino de bien común, se basa en la verdad y la justicia, nos da VIDA plena, pues nos lleva a ser lo que realmente somos. Jesús es camino, verdad y vida. ¿Qué tipo de libertad han vivido las personas con santidad? ¿Qué tipo de libertad han vivido las personas apegadas al egoísmo? En tus manos está el construir desde tu hogar la civilización del amor o la cultura de la muerte.

 

Psic. Víctor Manuel Torres Monárrez

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Comentarios al autor: (dhevictortorres@live.com.mx)

 

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