Pierde la Iglesia de México a un extraordinario sacerdote y brillante historiador. El jueves 2 de agosto del 2018 falleció el Pbro. Dr. Manuel Olimón Nolasco.
A los 70 años de edad fallece el historiador de la Diócesis de Tepic, en la ciudad de Edimburgo, Escocia, lugar donde tomaba unos días de descanso previo a su participación en un foro académico al que asistiría en Dublín, Irlanda. El 24 de julio fue hospitalizado por un sorpresivo ataque al corazón.
El Padre Olimón fue autor de una prolífica obra sobre historia de la Iglesia, con gran calidad y rigor académico. Sus textos son lectura obligada para comprender el camino histórico de la iglesia mexicana.
Entre otros servicios se desempeñó como miembro fundador de organismos e instituciones como la Universidad Pontificia de México y la Sociedad Mexicana de Historia Eclesiástica. Miembro de la Academia Mexicana de Historia. Consultor de la Comisión Pontificia de los Bienes Culturales de la Iglesia. Consejero del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana. Maestro del Seminario Diocesano de Tepic. Párroco de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción en Jala, Nayarit. Fue rector de los Sagrados Corazones de Jesús y María en Tepic, último nombramiento que desempeñó hasta el día de su fallecimiento.
En la última fiesta de su rectoría, en el día del Sagrado Corazón de Jesús, externaba su alegría y satisfacción por haber terminado de escribir su último libro sobre historia de la Iglesia (actualmente ya en la editorial ultimando detalles para su próxima publicación).
El mejor homenaje es leerlo. Este es el vínculo para leer su blog donde se encuentra tan solo una parte de su legado: http://www.olimon.org/inicio
Oremos por su eterno descanso.
Todos tus escritos, tan claros tan profundos son la herencia que nos has dejado P. Olimón. Tú produciste otras diez monedas de las que te había confiado el dueño de la viña. Ahora todo tu legado quedará para siempre al servicio de tu amada iglesia.
Descansa en paz siervo de Dios que con todo tu talento nos dejas tantas enseñanzas que perdurarán para siempre.
Todos tus escritos, tan claros tan profundos son la herencia que nos has dejado P. Olimón. Tú produjiste otras diez monedas de las que te había confiado el dueño de la viña. Ahora todo tu legado quedará para siempre al servicio de tu amada iglesia.
Descansa en paz siervo de Dios que con todo tu talento nos dejas tantas enseñanzas que perdurarán para siempre.
Descansa en Paz, Padre Manuel. Siempre te recordaré. Fuimos contemporáneos en el Seminario de Tepic, y desde muy joven destacaste por tu amor a la justicia, la cultura y la palabra. Hasta pronto.
Felipe Castillo Robles