La formación de las Cáritas parroquiales, en la Diócesis de Tepic, fue el argumento en el que se centró la reflexión del Encuentro anual de Nueva Evangelización que se llevó a cabo en las instalaciones de la Parroquia de San Pedro y San Pablo en la ciudad de Tepic, los días 10 y 11 de junio del 2019.
Representantes de Cáritas Mexicana y de Cáritas Guadalajara llevaron las dinámicas del Encuentro donde participaron 370 personas, procedentes de 70 parroquias de las cinco zonas pastorales de la Diócesis de Tepic. Utilizaron la metodología: ver, juzgar y actuar. Se partió del reconocimiento de las tres acciones pastorales que brotan de la triple ministerialidad: la pastoral profética, la pastoral litúrgica y la pastoral social.
El Padre Francisco de Asís de la Rosa Patrón, de Cáritas Guadalajara, afirmó que la pastoral social es tarea de toda la Iglesia, que pretende evangelizar a través del servicio de la caridad. –“¿Si el hermano necesitado no nos toca, entonces a quién le toca atenderlo?”– interpeló al auditorio el Padre De la Rosa Patrón.
El Padre Arturo Arana, Vicario de Pastoral, recordó que “por el bautismo hemos sido ungidos, configurados con Cristo y en Cristo, configurados con Cristo que reina desde el servicio; en razón de nuestro bautismo hemos de practicar la caridad. Cáritas nos ayuda a instaurar el reino a partir de la respuesta a las necesidades de los más pobres. Urge responder a los distintos rostros de la pobreza”.
La tarea de la Pastoral Social no es nada más ayudar a los pobres, sino animar a la comunidad, a tomar conciencia de su responsabilidad y que actúe en consecuencia a ejemplo del Buen Samaritano, afirmó el Obispo Luis Artemio Flores Calzada.
La guía básica de Cáritas México “Vivamos el amor preferencial por los pobres. Identidad y Misión de Cáritas en México”, expone que Cáritas representa un instrumento pastoral de la Iglesia que busca testimoniar el amor de Cristo mientras camina peregrina hacia Él. Su vocación es animar la verdadera comprensión de la caridad y su relación indisoluble con la justicia. Cáritas es un organismo pastoral de la Iglesia católica, que promueve la reflexión, la formación, el espíritu y el testimonio de la caridad cristiana y la justicia social, en distintas formas y expresiones, y anima una cultura solidaria con todos los hombres y mujeres, preferencialmente con las personas más pobres, marginadas y excluidas.
Se hizo la advertencia de las falsificaciones de la caridad, ya que éstas son tan numerosas que “la palabra misma se ha vuelto sospechosa, desacreditada y hasta ha perdido su valor divino. Es vista como pasatiempo para ociosos, cálculo velado de proselitismo; simple remedio, sin tomarse la molestia de buscar las causas; diploma de buena conciencia para los que son cómplices de injusticias sociales; acción aislada que transforma a los unos en benefactores y a los otros en asistidos. Estas interpretaciones hacen daño, pero al mismo tiempo nos exigen mantener la caridad en la pureza de sus rasgos primitivos” tal como el amor [ágape] vivido en las primeras comunidades cristianas.
Cáritas Mexicana fue fundada por la Conferencia del Episcopado Mexicano con la finalidad de: “velar porque se viva lo que es esencial en la vida de la Iglesia, la caridad, cuya primera exigencia es la justicia en todo el contexto de la vida humana: religioso, cultural, económico, social y político”. Cáritas Mexicana está presente en 64 diócesis, en 30 estados y la Ciudad de México. Cáritas Internacional está presente en 198 países alrededor del mundo.
Desafíos para la pastoral
Un primer desafío para los cristianos es identificar las características de la pobreza, sus consecuencias y las causas que provocan el deterioro de la vida que va en contra de la dignidad de la persona; si no tenemos un buen diagnóstico difícilmente llegaremos a emprender acciones transformadoras y solidarias, “esas mutaciones estructurales tan necesarias para que la humanidad pueda alzarse de la plaga de la pobreza”.
Es un escándalo que, en un país mayoritariamente cristiano, la injusticia y la pobreza sea un flagelo para la mayoría de sus habitantes. “Vemos, a la luz de la fe, un escándalo y una contradicción con el ser cristiano, la creciente brecha entre ricos y pobres. El lujo de unos pocos se convierte en insulto contra la miseria de las grandes masas”.
Características de la Cáritas parroquial
Cáritas parroquial no es una asociación, un grupo o movimiento parroquial, ni una actividad que viene de fuera, sino la comunidad cristiana misma en su acción comunitaria de caridad, para que ésta no sea delegada a un pequeño grupo de personas –como no se delega la oración, o la participación en los sacramentos–, sino que sea el compromiso común en diversas formas de toda la comunidad parroquial.
La formación quiere ayudar a entender que la caridad no siempre pasa a través de la donación de cosas o de la solución inmediata de los problemas, sino a través de la escucha, del tiempo dado, del compartir de los sufrimientos; del acompañamiento de las personas que conduce no a resolver las dificultades en su ámbito social, sino hacer que los pobres asuman la responsabilidad de su propia existencia. A que ellos asuman la superación de la dependencia que muchas veces se transforma en presunción de derecho a tener -sin dar nada- o crea de hecho categorías de personas que tienen como sistema de vida solicitar todo género de ayuda.
La caridad no tiene límites
Algunas de las funciones de la Cáritas parroquial se expresan enseguida. Concientizar a la comunidad parroquial de su propia realidad: política, social, económica y cultural a partir de un diagnóstico participativo. Estimular a las familias, a los grupos, a los miembros de la comunidad parroquial a vivir una vida caracterizada por la acogida y la solidaridad con quienes viven distintas formas de marginación y de necesidad. Cultivar una espiritualidad conjunta desde la relectura de la Biblia y el magisterio, en la vida litúrgica, desde las implicaciones de las bienaventuranzas, en las obras de misericordia, desde la propia cultura, que anime y sostenga el proceso comunitario. Buscar la forma de organización adecuada para enfrentar las necesidades sociales de la propia comunidad. Promover el autosostenimiento y el voluntariado en cada una de las comunidades para que la parroquia sea responsable de su propio proceso. Acompañar la gestión, ejecución y evaluación de proyectos y programas de acción social de manera integral en lo inmediato y a largo plazo. Favorecer y crear espacios de solidaridad dentro de la parroquia y con otras parroquias.
El reto de la Cáritas Diocesana
La tarea de la Cáritas diocesana es la de redescubrir y evangelizar las formas solidarias existentes. Establecer mecanismos de comunicación de bienes materiales y culturales. Conocer y denunciar a nivel local las causas que generan la pobreza y las necesidades presentes en el territorio. Estudiar y proponer respuestas frente a las necesidades, estimulando para que intervengan las instituciones gubernamentales y la sociedad civil. Difundir en la comunidad local estudios de la realidad nacional y mundial, así como diversos esfuerzos que se realizan en esos ámbitos. Hacer de la información una forma de participación. Dar a conocer la realidad, reflexión y postura parroquial a la Cáritas diocesana. Participar y animar a nivel local de los esfuerzos conjuntos que emprenda Cáritas en sus diversos niveles: diocesano, nacional e internacional. Mantener comunicación solidaria con las Cáritas parroquiales vecinas y, según la organización diocesana, con las zonas, decanatos, y particularmente con la Cáritas diocesana. Ayudar a la Cáritas diocesana a desarrollar su compromiso de servicio subsidiario hacia las parroquias.
El Encuentro de Nueva Evangelización se clausuró con la concelebración eucarística, presidida por el Obispo de la Diócesis de Tepic, Monseñor Luis Artemio Flores Calzada.
Diócesis de Tepic | Oficina de Prensa