La enfermedad del Señor Obispo Alfonso Humberto Robles Cota se complica aún más. Presenta un serio edema pulmonar, aunado a los problemas que ya venía presentando.
Ayer, 4 de enero, tuvo una crisis donde parecía que se ahogaba. “No puedo respirar, mi tiempo se terminó…”, alcanzó a decir Don Alfonso. La crisis le duró aproximadamente 30 minutos, –gracias a Dios–, pasó el momento crítico. Se le ha colocado una mascarilla y esta recibiendo nebulizaciones. Su cuerpo desde hace días está reteniendo líquidos.
Los médicos informan que tiene muy abajo los niveles de proteína, albúmina y sodio, aunque se le aplican estos elementos vía parenteral, su cuerpo no los asimila. Se espera que en cuanto se asimile la albúmina empezará a ceder la retención de líquidos. Tiene los pulmones llenos de agua. El oxígeno lo tiene al máximo, si se le quita la mascarilla se ahoga. También se le ha aplicado insulina porque así lo ha requerido su organismo.
“Se está esperando que los medicamentos actúen en su cuerpo. Tiene su cuerpo muy deteriorado, pero su corazón está bien”, sostiene el equipo médico del Sanatorio San Francisco, de la ciudad de Guadalajara.
Por órdenes de los médicos están prohibidas todas las visitas al Señor Obispo. Se pide la comprensión de las personas que han manifestado el deseo de visitarlo.
La familia Martínez, que el Señor Obispo ha elegido para que lo asista y acompañe en los últimos años, es la responsable de estar al cuidado las 24 horas del día con Don Alfonso, en ningún momento se le ha dejado solo.
Intensifiquemos la oración por Don Alfonso.
Que el Señor vea con ojos de misericordia a todos nuestros enfermos y a quienes cuidan de ellos; y que asista con el espíritu de inteligencia y generosidad a los profesionales de salud.