El pasado 1 de mayo, el Seminario Diocesano de Tepic celebró a San José Obrero, su Santo Patrono desde que esta institución fuera fundada. Más de dos mil personas asistieron a esta fiesta de fe y familia en las instalaciones del Seminario Mayor de Santa María del Oro; asimismo se hizo presente el recién llegado Obispo de Tepic, Mons. Ricardo Watty.
Papás, hermanos, parientes y amigos de los seminaristas, y sacerdotes que integran esta institución, se dieron el gusto de compartir esta gran alegría de la celebración del Esposo de la siempre Virgen María, el señor San José.
Año con año, los seminaristas, que en un futuro serán sacerdotes, junto con el equipo formador, se esmeran y se esfuerzan en realizar esta fiesta lo mejor posible, ya que son muchos los que asisten con entusiasmo, movidos por acompañar a los que algún día serán sus nuevos sacerdotes.
Primera visita del Obispo al Seminario
Los fieles laicos recibieron a su obispo con aplausos y llenos de gozo. Mons. Watty manifestó el gusto que le daba estar en su seminario por primera vez, y especialmente por ver tanta gente que ama a la institución; también le dio la bienvenida a cada una de las cinco zonas pastorales de la diócesis, invitándolas a levantar su mano para brindarles un aplauso. Mons. Watty Urquidi, en la homilía, hizo hincapié en diversos puntos vocacionales, haciendo referencia en todo momento a San José y la Virgen María, como modelo de familia.
Una fiesta para todos los gustos
Manuel Raygoza, sacerdote egresado de este seminario, sostuvo que en la fiesta a San José de este año los seminaristas se mostraron con mucha apertura. Giovanni Camberos Larios, de 23 años, por su parte expresó que existe una buena planeación en cada uno de los detalles: “los seminaristas proyectan lo que están estudiando”, enfatizó. Y Jonathan, de 20 años, afirmó que la fiesta fue divertida y familiar, especialmente porque el señor Obispo dio buenas esperanzas en su homilía.
San José: presente en todo el camino
Desde que el seminario abrió sus puertas se eligió a San José como protector de esta institución; ya que fue él quien formó a Jesús, y por ello los seminaristas están bajo su patrocinio; pero no por ello se deja de lado que ellos se están formando a ejemplo de Jesús buen pastor. La Virgen de Guadalupe es la Patrona del seminario desde el primero de enero de 1892, cuando esta casa de formación inició formalmente actividades. Actualmente, el Seminario de Tepic tiene tres casas de formación, en Mascota, Jalisco; en Ixtlán del Río y en Santa María del Oro, Nayarit, y cuenta con 72 alumnos, 12 sacerdotes formadores y tres religiosas.
El llamado es para hacerle caso
Los jóvenes que sientan el llamado de Jesús a la vida sacerdotal, pueden ingresar a esta institución para prepararse a lo largo de doce años de oración, estudio y trabajo. Primero, tienen que cursar dos años de formación en Mascota (Seminario Menor), donde cursarán la etapa conocida como etapa de Humanidades; después pasarán a Ixtlan del Río, donde durante un año hacen su Curso Introductorio a la Filosofía (coloquialmente conocido como el “Citix”); los siguientes ocho años se dividen de la siguiente manera: siete se viven en Santa María del Oro (Seminario Mayor), donde por tres años recibirán la formación filosófica, después, durante un año, vivirán su experiencia de Confrontación Vocacional fuera del seminario (un semestre en su casa y otro en una parroquia); para después regresar a la última etapa de la formación: cuatro años de formación teológica. Al finalizar la formación se recibe el orden de Diaconado, y después el Orden Sacerdotal en el grado de los presbíteros.
Elvis Rentería / José Luis García