Por lo común tenemos un mal hábito: constantemente nos quejamos de lo que no tenemos en la vida, nos quejamos de no tener la casa bonita del vecino, nos quejamos de no tener un carro último modelo, nos quejamos de no tener ese puesto en el trabajo, etcétera. Lo peor de todo es que de esas carencias hacemos responsables a los demás, a los sucesos externos de nuestra vida, y en lugar de asumir la responsabilidad de nuestra vida hacemos uso de la “mala suerte” que nos sigue.
Buscamos felicidad momentánea
La mayoría se afana en la búsqueda de la felicidad, pero en la felicidad momentánea, en los placeres temporales; sin embargo, la felicidad, no es una cuestión de tener, sino de saber ser, por lo tanto, no tiene que ver directamente con cosas materiales pero sí con el hecho de disfrutar los placeres diarios de la vida. Uno de los hábitos para generarla es precisamente saber ser agradecidos con los momentos y situaciones que ocurren en el día a día; tal vez tengas en mente algún proyecto o alguna meta en particular a largo plazo, pero si estás con la idea de que para ser feliz necesitas llegar a ella, la felicidad se convertirá en algo totalmente momentáneo, y no habrás disfrutado del proceso de llegar ahí.
Erich From, en su libro Tener y ser describe la diferencia entre estas dos palabras, ya que es importante saberla para esta sociedad basada en el consumismo, ya que tener parece que es una función normal de la vida: para vivir, debemos tener cosas y, de tenerlas, debemos gozarlas.
Sin embargo, la palabra serno tiene nada que ver con poseer cosas materiales, sino que se relaciona con la formación de un concepto de sí mismo como persona.Jesús lo dice en el Evangelio de Lucas:“¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si se pierde a sí mismo?” (9, 25).
¿Quién eres?
El gran problema como sociedad está en buscar tener y, entonces, quien no tiene, no es nadie, porque la esencia de ser es tener.Siempre que iniciamos el año, tenemos metas yplanes para nuestra vida diaria: comprar una casa, unautomóvil, o tal vez encontrar un mejor trabajo; no es que eso esté mal, y tengamos que adoptar una actitud mediocre, pero sí invito a la reflexión, a encontrar un equilibrio entre lo que tienes y lo que eres.
Cuando estoy en consulta suelo preguntarles a los pacientes qué concepto tienen de sí mismos, “¿Quién eres?”, les digo.Pocos saben la respuesta, pues se encuentran tan perdidos con ellos mismos como con los problemas por los que acuden a consulta. Mi función, aparte de ayudarlos a encontrar posibles soluciones a sus conflictos, es encaminarlos en esa búsqueda de sí mismos, para no centrarse solo en las cuestiones materiales.
El camino para ser feliz
- Encuentra un sentido a tu vida: haz alguna labor social, en la que puedas sentir que aportas algo a los demás.
- Baja tus expectativas de vida: es importante tener y poseer cosas materiales, pero no son lo más importante; hay un dicho que muchas personas creen: “Tanto tienes, tanto vales”; tú puedes cambiar ese decreto, ¡tú ya eres! por el solo hecho de existir.
- Disfruta de las cosas sencillas de la vida: el café que bebes por la mañana, el silencio en las noches, la risa de tus hijos, el abrazo de tu pareja o la compañía de tus amigos.
- Agradece: sé agradecido con las personas, con los detalles, con tus logros y tus aprendizajes de vida. Si quieres obtener lo que tanto deseas, comienza agradeciendo lo que ya tienes.
Estas recomendacionesde ti depende aplicarlas en tu vida. Si te quedas atrapado en el tener, definitivamente estás errando el camino a la felicidad.
Jorge Bucay escribe en una de sus obras literarias: “La búsqueda de la felicidad no es solo un derecho de algunos, es para mí una obligación de todos”.
Pisc. Belén Solís Guerrero
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Comentarios a la autora: (psicbel86@hotmail.com)
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