“El Sacerdocio es un don de Dios”

Obispo Luis Artemio Flores Calzada

 

 

El 14 de agosto pasado, en punto de las doce horas, en el marco de la fiesta de la Asunción de María, en la Catedral de Tepic, el Obispo Luis Artemio Flores Calzada, con la presencia de Mons. Alfonso Humberto Robles Cota, Obispo Emérito, cerca de 80 sacerdotes y cientos de fieles, confirió el Sacramento del Orden Sacerdotal, en el grado de los Presbíteros, a Ismael Herrera González y José López Jáuregui.

La Diócesis de Tepic sigue dando frutos en la viña del Señor, pues ya son diez sacerdotes y un diácono los que han sido ordenados en el transcurso de este 2014. En esta ocasión, Dios, en su amor y misericordia, ha llamado a continuar su obra a los jóvenes Ismael y José, quienes estuvieron acompañados por sus familiares y amigos.

 

“Jesús los eligió”

En su homilía, Mons. Flores Calzada dijo: “Dios ha querido dar al Presbiterio de Tepic dos nuevos sacerdotes. Un sacerdote es un don de Dios a su Iglesia. Dios, en su plan salvífico, escogió a algunos de los hombres de su pueblo para que fueran sus colaboradores. No son ustedes, José e Ismael, quienes lo eligieron, Él fue quien los eligió a ustedes, porque confía en ustedes. Fueron elegidos para una gran misión, ser como Cristo”.

El Obispo de Tepic también invitó a Ismael y a José a la fidelidad de su ministerio y a su pueblo, diciéndoles: “Jesús los ha llamado a continuar su obra, una obra muy sencilla –anunciar el Evangelio y santificar a su pueblo–. Primero, aliméntense, practiquen y vivan la Palabra. Tienen que ser santos, aliméntense de Cristo. Nunca se acostumbren a celebrar la Eucaristía y dediquen horas al Sacramento de la Penitencia, como el Santo Cura de Ars.  Busquen agradar sólo a Dios”.

 

¿Quieren ser sacerdotes como Jesús?

Finalmente, el obispo exhortó a los aún diáconos a acercarse, si estaban dispuestos a ser buenos pastores: “Ismael y José no vayan a recibir el reproche de ser malos pastores, sean buenos pastores y pregúntense, ‘¿de verdad quiero ser pastor como Cristo?’. Si es así, acérquense a la Ordenación y si no, ahí quédense sentados, más vale ahorita, porque esto es algo muy sublime y maravilloso. Tenemos y tienen muchos ejemplos, como San José María Robles. Pregúntense de verdad si quieren ser sacerdotes como el Señor Jesús, si quieren santificar a su pueblo o van a tener miedo y se van a refugiar en su cuarto, en la internet o en el dinero. No vayan a decir que el Plan Diocesano de Pastoral no funciona, pónganse a servir. ¡Si están decididos, se acercan, en caso contrario, se quedan ahí sentados!”.

Enseguida del rito de consagración e imposición de manos por parte de los obispos y de los sacerdotes concelebrantes, los padres que acompañaron a estos dos jóvenes en su diaconado, y algunos que fueron sus párrocos a lo largo de su formación, los revistieron con los ornamentos sagrados, con su estola y su casulla; posteriormente, con un abrazo fraterno, les dieron la bienvenida al Presbiterio de la Diócesis de Tepic.

 

“Entregaremos nuestra vida al pueblo de Dios”

Terminada la celebración de la Ordenación, los nuevos sacerdotes agradecieron con inmensa alegría a todos los presentes, y de manera especial a sus familias y acompañantes. Y coincidieron en lo siguiente: “El regalo del Sacerdocio que hemos recibido de parte de Dios, solo lo podemos agradecer entregándole por completo nuestra vida y nuestro servicio a su pueblo. Sabemos que aunque ya llegamos a la meta tan esperada, esta aventura en la fe, tomados de la mano de Dios, apenas comienza, por ello nos encomendamos siempre a sus oraciones”.

La fiesta diocesana de tener nuevos sacerdotes continuó con una comida-convivencia ofrecida por ellos mismos y sus comunidades parroquiales.

 

 

Carlos García

 

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