VATICANO, 17 Sep. 16 / 04:57 am (ACI).- El Papa Francisco recibió esta mañana a los participantes del Encuentro Europeo de los ex alumnos Jesuitas, promovido por la Confederación Europea bajo el patrocinio de la Unión mundial de los ex alumnos de jesuitas y afirmó que la hospitalidad es un rasgo de todo cristiano.
En la reunión, el Papa agradeció la labor que realizan mediante la acogida a los refugiados y pidió que continúen con ella a pesar de las dificultades. “Recuerden que la auténtica hospitalidad es un profundo valor evangélico, que alimenta el amor y nuestra más grande seguridad contra los odiosos actos de terrorismo”.
El encuentro se celebra estos días en Roma bajo el lema “Migración global y crisis de los refugiados: es tiempo de contemplar y actuar”.
“Trágicamente, en el mundo más de 65 millones de personas son obligadas a abandonar sus lugares de residencia. Este número sin precedentes va más allá de toda imaginación”, dijo Francisco en el discurso.
“Si vamos más allá de la mera estadística, descubrimos que los refugiados son mujeres y hombres, chicas y chicos que no son distintos a los miembros de nuestras familias y a nuestros amigos. Cada uno tiene un nombre, un rostro y una historia, como el inalienable derecho de vivir en paz y de aspirar a un futuro mejor por sus propios hijos”.
El Papa alabó la labor del Servicio al Refugiado y afirmó que “la terrible guerra en Siria, como las guerras civiles en Sudán del Sur y muchas otras en el mundo pueden parecer que no tienen solución”.
El Pontífice dijo que “hoy más que nunca, mientras la guerra hace estragos en diversas partes del mundo, mientras un número nunca alcanzado antes de refugiados intenta atravesar el Mar Mediterráneo, o incluso pasan años y años en campos, la Iglesia tiene necesidad de que vosotros atengáis al coraje y el ejemplo del Padre Arrupe (uno de los primeros superiores de los jesuitas).
“En esta coyuntura de la historia, hay una grande necesidad de personas que escuchen el grito de los pobres y que respondan con pasión y generosidad”.
Francisco también recordó que la Iglesia en todo el mundo está celebrando el Jubileo de la Misericordia y esto significa “que la misericordia de Dios es ofrecida a todos los que necesitan de ella, ahora y siempre”.
“Os animo a dar la bienvenida a los refugiados en vuestras casas y comunidades, de modo que su primera experiencia de Europa no sea así traumática de dormir al frío en las calles, sino la de una acogida calurosa y humana”.